La cadena autonómica valenciana Canal Nou dejó de emitir hace exactamente un año, este mediodía. La conmemoración coincide con el anuncio de lla Diputación valenciana en la puesta en marcha de una cadena provincial y, por otro lado, el propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, está abierto a retomar un proyecto. Sobre la clausurada RTVV quedan varios juicios pendientes en el Tribunal Constitucional, entre ellos el del tumbado ERE que causó la determinación del cierre a cargo del gobierno valenciano popular ante los más de 1.000 millones de euros que pesaba sobre la corporación tras años de despilfarro.

La RTVV, al cabo de 25 años de trayectoria, fue la primera y de momento única televisión autonómica en cerra y en estos instantes prosigue su proceso de liquidación que debería concluir el 30 de junio de 2015, fecha que no se cumplirá por los procesos pendientes. El gobierno valenciano se ha encontrado también con dificultades para liquidar el antiguo ente ya que los bancos rechazan la subrogación de deduda.

Los 1.600 trabajadores quedaron en situación de permiso retribuido hasta mayo, cuando se llegó a un acuerdo entre empresa y comité para el ERE de extinción Aún acuden unos 80 trabajadores al centro de producción de Burjassot donde se custodia el archivo audiovisual a la espera de decidir su ubicación final, que si no se vende podría ser ese edificio, valorado en 32 millones de euros. El desmantelamiento de las instalaciones ha comenzado por las delegaciones de Madrid y de Castellón, y la radio de Valencia, y la red de repetidores sigue activa para los servicios de emergencias y dos cadenas privadas de televisión, por lo que la señal de RTVV no está cortada, sino que emite en negro.

Respecto al futuro, el PSOE ha sostenido que si gobierna tras las elecciones de 2015 reabrirá la RTVV el 9 de octubre, Día de la Comunidad Valenciana. El presidente Alberto Fabra reitera que tenía que cerrar Canal Nou porque no había otra alternativa al coste que suponía readmitir a un millar de trabajadores tras la sentencia que anuló el ERE anterior, pero este mes ha anunciado que estaría dispuesto a hablar de una nueva RTVV "cuando la economía lo permita". El coste del cierre supone unos 200 millones de euros, según la oposición, y no ha fructificado la intención de que TVE ofreciera contenidos en valenciano.