Si algo pretenden los programas de telerrealidad es provocar morbo. Pero para conseguirlo en ocasiones las cadenas y productoras sobrepasan los límites y ponen en peligro la vida de los participantes. Todo vale por la audiencia y por salir en televisión. La cadena pública australiana SBS ha estrenado la nueva temporada de Go Back To Where You Came From, que traducido al español significa Regresa a tu lugar de origen. Desde el primer minuto el formato ha dado la vuelta al mundo por su dureza. Han enviado a Siria a seis concursantes y al equipo de grabación para que experimenten lo que es una situación de guerra. Allí han convivido con los kurdos entre bombas y tiroteos. Afortunadamente todos han vuelto a casa sanos y salvos. Esta no es la primera vez que un reality va más allá de la conflictiva convivencia en una casa. En junio se estrenó en la televisión checa el programa Vacaciones en el Protectorado, que recrea la vida de una familia en tiempos de la ocupación nazi. Redadas, hambre y persecuciones son algunas de las innecesarias situaciones que tuvieron que vivir los concursantes.

Uno de los programas más vistos en España es Supervivientes. Afortunadamente aquí nunca ha ocurrido nada más allá de una lesión por la que han tenido que abandonar. Pero en la versión de otros países murieron dos concursantes. Uno en Francia tan solo un día después de llegar a la isla. Con solo 25 años el joven sufrió un paro cardiaco tras disputar la primera prueba física. Lo mismo le ocurrió a un concursante del Supervivientes búlgaro mientras jugaba una prueba de recompensa. Otros ejemplos de realities que intentan sorprender y para eso llevan las situaciones el extremo fueron The Amazing Race, de la CBS, cuyos retos ponían en peligro la integridad física de los concursantes o Ice road trucks, el programa de Canal Historia que hacía que los camiones de carga circularan por el hielo. En esta lista también tienen su hueco los formatos que juegan con la estética de los participantes, muy peligrosos tanto física como psicológicamente.