TV-Comunicación

Los espectadores se topan con el hotel y la sangría de Lady Gaga

  • Desde esta pasada madrugada se puede ver en las plataformas de pago la quinta entrega de 'American Horror Story', un fenómeno en el público veinteañero

Es ahora uno de los principales ejemplos de series que encandilan a un público joven que sobre todo la sigue on line en una pantalla individual y que es un fenómeno para un segmento generacional concreto: de 15 a 20 años. Sus contenidos no son recomendables para menores pero entre los adolescentes hay una especial predilección por estas historias de teatral gore. Estamos ante una saga, que se renueva cada año y que en esta ocasión ni siquiera repite la veterana Jessica Lange (el que sí repite, casi como homenaje, es el secundario Denis O'Hare). Bienvenidos al hotel de Lady Gaga, la atracción en el infierno, esto es lo nuevo de American Horror Story, que desde esta madrugada Fox ha colgado en los servicios en streaming de las plataformas. Por cierto, ya en el primer capítulo aparece la famosa escena que se ha divulgado por las redes con Gaga embadurnada en sangre mientras se frota con Matt Bommer, una buena promoción por adelantado de una serie cuyo showrunner, Ryan Murphy, no quiso que se desvelara nada ni de tramas ni de personajes. La escena ya ha sido parodiada en medio mundo, lo que calibra la expectación sobre esta serie. Murphy fue el creador de éxitos venerados como la musical Glee o la plástica Nick/Tuck.

American Horror Story: Hotel llegó el día 7 al canal estadounidense y Fox avanza con la versión original subtitulada, calmando así a los espectadores más impacientes (son fans más que espectadores) y esquivando así a la piratería. En esta entrega de la saga hay dos veteranas muy carismáticas, Kathy Bates y Angela Basset, más Wes Bentley, Matt Bomer y Cheyenne Jackson, entre otros

Ryan Murphy ha aprovechado el movimiento emergente sobre su trabajo y adelanta que esta quinta tanda hotelera es "mucho más oscura" que las anteriores. La primera estaba ambientada en una mansión encantada de Los Ángeles; la segunda, Asylum, en un manicomio; la tercera, Coven, en una comunidad de brujas de Nueva Orleans; y la cuarta, la del Freak Show, con seres deformes en un pueblo de Floridad llamado Júpiter. De la quinta sólo se puede adelantar que el personaje de Lady Gaga, una condesa, con sus inquietantes hijos llega como propietaria a su hotel, una versión decrépita de las galerías Velvet. Así arranca esta historia de horror. Se sucederán los crímenes entre una clientela turbadora.

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