TV-Comunicación

La caja que traía el futuro

  • Las emisiones en abierto de la TDT comenzaban hace diez años El apagón se produjo con menos problemas entre el público que en el sector

Los árbitros de fútbol llegaron a llevar en sus mangas un bocadillo de cómic. El logotipo de una plataforma de pago que siguió pagando ese patrocinio aunque desde hacía meses había cerrado sus emisiones con toda la infinita indiferencia. Ahí había comenzado la historia de la TDT, la segunda vida de la televisión en abierto. Aquello fue con el cambio de siglo, qué lejos y qué cerca parece ya todo. El proyecto frustrado se llamaba Quiero TV, de Retevisión. Funcionaba a través del espectro digital terrestre, con decodificadores propios que entre 2000 y 2002 vaticinaron lo que estaba por llegar. La gente no quiso a Quiero y esta costosa oferta quedó orillada entre el duelo de Canal Satélite y Vía Digital, que a la postre quedarían fusionadas. Hasta tiempos recientes, con internet entrelazado al televisor, abaratando costes, la televisión de pago nunca ha sido un invento muy rentable entre los espectadores españoles.

La TDT nació codificada y la administración de José María Aznar concedía en 2002 las futuras señales en abierto, esos operadores que disfrutaría de una explotación digital que parecía improbable. O tal vez incluso imposible ¿Cómo se podían cambiar todos los televisores de España sin causar una catástrofe nacional? A la TDT la gente se acostumbró con tanta facilidad como manejar el euro.

Para la televisión del futuro a las privadas que funcionaban con licencia desde 1990 (Antena 3, Telecinco y Prisa, Canal +) se les agregaron, tras todas las rabietas, dos concesiones afines al PP, Net TV (el periódico ABC, entonces Prensa Española) y Veo TV (el periódico El Mundo). Todos los grupos mediáticos que presionaban en la Moncloa parecían atendidos pero ese futura tarta cortada en perfectos triángulos televisivos se convertiría en un bizcocho cambiante y revuelto que culminaría con la formación de dos grandes grupos privados, Mediaset (Telecinco y la adquisición de los canales de Prisa) y Atresmedia (Antena 3 y la adquisición de la arruinada La Sexta que había alimentado la mexicana Televisa), que se reparten más del 80% del pastel publicitario.

El futuro de la tele ya había nacido en España con gran estruendo y fiasco empresarial y durante tres años los operadores que tenían licencia nacional mantuvieron una señal que no veía nadie. En la primavera de 2005 el gobierno de Rodríguez Zapatero, siguiendo las recomendaciones europeas para destinar la frecuencia analógica a telefonía, relanzaba el espectro digital terrestre, adelantándose a la mayoría de países europeos. España fue pionera y conejillo de indias, con una orografía endiablada para cubrir un mapa de nuevas antenas.

Mañana hará 10 años que los decodificadores de la TDT que se expendían en los supermercados por unos 50 euros comenzaban a tener sentido. Hasta el 30 de noviembre de 2005 no se ofreció la TDT en abierto y, sinceramente, entonces el personal no mostró tampoco demasiado entusiasmo. Las prisas no llegaron hasta cuatro años después, con el apagón analógico. Una transición que se efectuó con muchos menos sobresaltos de los esperados y con todos los hogares prevenidos y equipados.

Pero ese encendido digital de diez años atrás pasó casi de largo aunque por fin se podían sintonizar los hasta entonces apócrifos canales de la TDT. Antena 3 aportaba las señales de Antena.Neox y Antena.Nova, las únicas temáticas privadas que han pervivido durante este decenio y que están sobre el 2,5% de la audiencia. Neox arrancó las redifusiones de El príncipe de Bel Air y sigue un contenedor de series juveniles y comedias. Nova apareció desde un principio como canal de telenovelas y es el temático más visto entre los andaluces. Mediaset aterrizaba sin demasiadas ganas de que se le hiciera sombra a Telecinco (que diez años después sigue siendo el canal favorito en el mando) y lanzaba las redifusiones de Telecinco Estrellas y las noticias de Eurosport con la marca Telecinco Sport.

En el invierno de 2005/2006 también se iluminaban Net TV (ya entonces Vocento) y Veo Televisión, y ambos pueden ser considerados los más tristes canales que se asomaron por una pantalla española. Sus señales arrendadas como la musical Fly TV acabaron en manos de franquicias extranjeras como Disney Channel que junto con Clan TVE (nacida en diciembre de 2005) fueron las dos cadenas que realmente impulsaron la TDT. Los abuelos compraron sus primeros decodificadores para que los nietos vieran los canales infantiles y en los primeros cinco años de la TDT las parrillas de dibujos animados fueron las temáticas líderes. Ya por entonces FDF, que tomó el sitio de Telecinco Estrellas, encontró el filón de repetir La que se avecina (Neox lo había hecho con Aquí no hay quien viva) y esas redifusiones llevaron a Mediaset a liderar también la oferta temática en toda España. FDF ronda en estos meses el 3%.

El 30 de noviembre de 2005 Prisa ofrecía la señal musical de 40 Latino, casi invisible durante su presencia en abierto, y también comenzaba a emitir el canal que le dio su gran oportunidad a la periodista Letizia Ortiz, el informativo CNN+, acuerdo de Prisa con la multinacional de Atlanta que en 1999 echaba a andar en Canal Satélite. Su historia, con su voluminosa redacción, concluía en diciembre de 2010, Prisa desmantelaba su oferta en abierto con la compra de Mediaset. Gran Hermano 24 Horas fue el provisional relevo de aquellas noticias que eran competencia directa del Canal 24 Horas, la tercera señal especializada que ha permanecido durante estos diez años de TDT. Rozando apenas el 1% de la audiencia, el canal informativo de TVE forma parte del paisaje cotidiano del espectador aunque no atrape durante horas y horas. Es una referencia aunque no esté en un lugar prioritario del mando, como se comprobó el pasado viernes 13. En situación semejante se encuentra Teledeporte, que RTVE llegó a barajar su eliminación el pasado año, para ahorrar costes. El presidente Mariano Rajoy confesaba recientemente que la permanencia del canal deportivo había sido un empeño personal. De la oferta de TVE hace diez años Clan nacía como canal de mañana y tarde y las noches se dedicaban a 50 Años, parrilla de recordados espacios de la televisión pública. Las emisiones se mantuvieron hasta la celebración del medio siglo de la casa en octubre de 1996.

En noviembre de 2005 el panorama de la televisión en España aún estaba por vestirse del todo. Prisa acababa de estrenar su canal en abierto, Cuatro, relevo de la pionera señal de pago Canal +, y se anunciaba la llegada de La Sexta, un canal de las principales productoras (Mediapro, Globomedia, Bainet), con línea editorial afín a Rodríguez Zapatero. La licencia se adjudicaba en analógico y así se iniciaría en la primavera de 2006, en vísperas de todos los cambios. Y pese a los mimos, con toda su inversión futbolística, la cadena verde nunca mostró balances contables en positivo. Mediapro lanzaba en la temporada siguiente el canal de pago Gol TV. La TDT también era un soporte para las tarjetas codificadas pero nunca fue el negocio que se imaginaba. Gol TV, cuya señal tenía en alquiler Atresmedia, se convirtió el pasado verano en Mega y los derechos de Mediapro se explotan ahora en las plataformas con la marca Bein Sports.

Si la administración concedía licencias a empresas privadas cercanas, las autonómicas también siguieron el camino. Esperanza Aguirre no cortó ni un pelo en el reparto madrileño. Localia se quedaba sin licencia para la TDT y la desaparición de la red local de Prisa fue el principio de la tormenta mediática. Con el dividendo digital de 2014 las comunidades autónomas, menos Cataluña, veían eliminados uno de sus múltiplex de canales. A lo largo de estos diez años los cambios y alteraciones se han sucedido sin remisión en la franja que se concebía para estabilidad del sector y de los propios espectadores. Ni siquiera la TDT ha servido para eliminar las cadenas piratas, que con sus cartomantes y chats eróticos siguen aflorando. En unas semanas llegarán las licencias adjudicadas en el último concurso de Industria (con Real Madrid TV en HD) cuando en el horizonte se atisba un segundo recorte de dividendo digital que comprimiría toda esta oferta de la TDT que hace diez años se nos apareció desde una caja

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