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Tato salva los muebles (0-1)

  • Los xerecistas consiguen su primera victoria de la temporada gracias a un gol del punta murciano en el descuento. El Deportivo sufre en la segunda parte tras perdonar en la primera

Un solitario gol de Tato en el tiempo suplementario del segundo tiempo permitió al Xerez conseguir su primera victoria a domicilio en lo que llevamos de temporada en Ponferrada (0-1).

El conjunto entrenado por Esteban Vigo hizo méritos para sentenciar el partido en el primer tiempo, pero tuvo que sufrir en la segunda parte para evitar que la Ponferrradina se adelantara en el marcador. Al final, cuando todo parecía que se iba a resolver con el cero a cero inicial, Tato aprovechó una asistencia de Mendoza, regateó hasta su propia sombra y alojó el balón en el fondo de las mallas.

Necesitado de puntos, el Xerez salió a El Toralín dispuesto a sorprender a su adversario. Los azulinos salieron intesos, con ímpetu, ahogando al conjunto berciano en su propia parcela. Las ocasiones no tardaron en llegar por el lado xerecista, la más peligrosa de ellas en un lanzamiento de Maldonado que estuvo a punto de establecer el 0-1 ante Orlando Quintana.

Los azulinos llevaban el peso del partido, con Álvaro Rey y Bruno Herrero llevando la batuta en el centro del campo. Incluso reclamaron un posible penalti los visitantes por derribo de Carpio sobre Tati Maldonado que González Fuertes no consideró como punible.

La primera aproximación de los locales no llegó hasta el minuto 22. Los de Claudio Barragán no encontraban la manera de superar el entramado defensivo urdido por Esteban, aunque Acorán lo intentó con un lanzamiento lejano desde más de veinticenco metros que no encontró portería. Acto seguido fue el propio Acorán el que dispuso de una buena oportunidad tras un mal rechace de Chema. El balón lo acabó repeliendo Mendoza in extremis.

La réplica xerecista no tardó en llegar y volvió a estar protagonizada por Maldonado. El delantero de San Fernando probó fortuna con un disparo cruzado con su pierna izquierda que se marchó lamiendo el palo ante la atónita mirada de un Orlando Quintana ya superado. Corría la media hora de juego y el Xerez había hecho méritos suficientes como para ir por delante en el marcador.

Sin embargo, a partir de ese momento, el partido se trabó. La Ponferradina empezó a emplearse a fondo, incluso con cierta brusquedad y el duelo se difuminó en pérdidas de tiempo. Sólo una triple acción de los blanquiazules, con remates de Silva, Lafuente e Isaías incomodó a un Xerez que se marchó al descanso con la sensación de haber desperdiciado una buena oportunidad.

Tato abrió las hostilidades tras el tiempo de asueto con un tiro desde el flanco izquierdo que no encontró portería. No obstante, a pesar de este primer aviso, fueron los locales los que cambiaron el chip y generaron incertidumbre en estos primeros compases. Aprovechándose de la indolencia del Xerez, la Ponferradina estaba mucho más cómoda sobre el terreno de juego, llegando bien por las bandas, sobre todo por la izquierda con Nano y Lafuente como estiletes. Chema tuvo que intervenir para atajar un buen centro de Carpio y el posterior rebote sobre Vega.

El bloque de Esteban Vigo estaba desconectado, desubicado, superado por el empuje de una Deportiva que veía cómo el gol podía llegar en cualquier momento. Máyor la tuvo tras un centro de Lafuente, pero su remate se escapó por encima del trYiravesaño. A renglón seguido fue Yuri el que le pegó al muñeco tras asistencia de Wellington Silva.

Achuchaba la Ponferradina y el Xerez temía por el empate y lamentaba las ocasiones malogradas en el primer tiempo, aunque Israel la tuvo en un contragolpe de manual que atajó Orlando Quintana. Por ahí podía llegar el peligro xerecista, puesto que la Deportiva estaba muy volcada sobre el área de Chema y dejaba muchos huecos atrás para que los jerezanos desplegaran un fútbol de transiciones rápida.

Y así acabó llegando el 0-1. Un minuto después de que el cuarto árbitro enseñara el carterlón con el tiempo añadido. Tato recogía una asistencia de Mendoza, se marchaba de cuantos rivales le salieron al paso, regateó a Orlando Quintana y estableció el único tanto del partido desde fuera del área. Jarro de agua fría para los locales y alegría inmensa en un Xerez que, pese a no merecerlo en la segunda parte, sacó premio gordo de su visita a El Toralín.

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