El Xerez Deportivo ha iniciado la temporada de forma espectacular y sus seguidores han comenzado a despertar y a recuperar sensaciones perdidas. Seis de seis, líder y ambientazo en Guadalcacín. El Antonio Fernández Marchán registró un entradón y la tribuna casi se quedó pequeña para tanto azulino. Después de un turbulento y angustioso mes de agosto, en el que Deportivo estaba más cerca de no competir que de hacerlo por las deudas, le ha llegado el momento de disfrutar. Ayer, regresó la comunión de antaño entre equipo y afición y se respiró ambiente de fútbol.

Un Rafa espectacular, que entró en la segunda parte, y Paquito firmaron una justa victoria del Deportivo en la segunda mitad ante un Chipiona muy combativo pero inferior físicamente y técnicamente a los xerecistas. Los pupilos de Mendoza, a los que aún les falta mucho camino por recorrer, se dejaron la piel y presentaron sus credenciales. De momento, ya están haciendo soñar a los suyos con dos triunfos seguidos.

El encuentro no fue fácil para los xerecistas, que entraron al partido tensos e imprecisos, sin poder llevar a cabo su juego de control y toque y pagando un poco los nervios de la puesta de largo en casa. Aún así, fueron los primeros en crear peligro. A los ocho minutos, una bonita acción del centro del campo terminó con un pase interior de Alberto a Paquito que el ariete no acertó a resolver. Su intencionado disparo se marchó fuera.

El Chipiona, bien plantado pero arriesgando lo justo, también quería verle la cara a Fabio, aunque su ariete Antoñito se encontraba muy solo en ataque.

A los doce minutos, el Deportivo arrancó la primera gran ovación a la grada. Nolo se tiró valiente a los pies de Alberto Gil para impedir su remate y tres minutos más tarde, realizó un paradón espectacular a disparo del mismo azulino.

A medida que avanzó la primera mitad, la intensidad del juego cayó y el calor y el viento comenzaron a pasar factura a los futbolistas de uno y otro equipo.

El paso por vestuarios sentó mucho mejor al Xerez que al Chipiona. Mendoza, además, movió el banquillo y su equipo fue otro muy diferente al que finalizó los primeros 45 minutos. El técnico xerecista mandó a la ducha a Alberto Gil y a Alberto y apostó por Beni y Rafa, un jugador que terminó rompiendo el partido. Lo hizo todo bien y se metió al público en el bolsillo.

Nada más arrancar el segundo acto, al igual que la pasada jornada, el Deportivo estrenó su casillero de goles en casa. Rafa se fabricó un buen tanto (49'). Recortó a dos defensas en el área y puso un derechazo impresionante fuera del alcance de Nolo. El portero se tiró bien pero su estirada no le llegó para evitar que el balón le superara por alto.

El tanto desató la locura entre los xerecistas, que lo celebraron por todo lo alto, y en la grada, al tiempo que desató el enfado de los visitantes, que se comieron literalmente al colegiado reclamando manos en la acción.

Era el principio de un trabajado triunfo, aunque antes de sumar los tres puntos al Deportivo le tocó primero sufrir muchísimo y luego disfrutar.

En el minuto 54, llegó una de las acciones más polémicas del choque. Beni se plantó ante Nolo, el portero salió del área y tocó el balón con las manos. Las airadas protestas de todos los xerecistas y del público cayeron en saco roto. El árbitro no quiso saber nada y dejó seguir el juego.

Con el Xerez lanzado, crecido y ya tocando mucho más el balón, el Chipiona no cambió su forma de jugar y en un fallo de la zaga y del portero, Antoñito estuvo a punto de empatar (64'). Álvaro tuvo que sacar el balón con el portero ya batido para evitar la igualada chipionera.

Con el miedo metido en el cuerpo, al Xerez le costó asimilar su rol y el encuentro se volvió un poco loco, tanto que el Chipiona, por momento, creyó en conseguir la igualada en cualquier despiste azulino.

El Deportivo, aunque las fuerzas ya no eran las mismas, seguía apostando por atacar y por matar el encuentro, con el consiguiente riesgo. Nolo se convirtió entonces en el mejor de los costeros y pudo exhibir su mejor repertorio. Demostró reflejos y agilidad para desviar tanto un tiro lejano de Álvaro (81') como otro de Caro.

Donde ya no pudo hacer nada fue en el remate de cabeza de Paquito que supuso el 2-0. Un lanzamiento desde fuera del área de Israel se estrelló en el larguero y Paquito, muy atento, recogió el rechace para marcar de cabeza. Minuto 86. Sentencia.

De ahí al final, la grada fue una fiesta y el equipo se dio todo un baño de autoestima. Le queda mucho pero...