Chipiona CF-Xerez CD

Agridulce consistencia (1-1)

  • El Deportivo encadena nueve jornadas sin perder pero no pasa del empate ante un conjunto local que sólo hace daño a balón parado. Los xerecistas, de más a menos en un partido tenso.

Agridulce consistencia. El Xerez continúa con paso firme y ayer encadenó su novena jornada sin perder pero lo hizo con un empate a uno que supo a muy poco, en un encuentro con más tensión que fútbol, en el que los azulinos fueron de más a menos y en el que dejaron vivo a un Chipiona que se creció tras adelantarse en el marcador, que solo creó peligro a balón parado y que jugó media hora con un futbolista menos por la expulsión por doble amarilla de Gallego.

 

El Deportivo buscaba, ante un rival en zona de descenso, su primer golpe de autoridad fuera de casa de 2015 pero se quedó a medias. Los de Jesús Mendoza no mostraron su mejor versión ni mucho menos, estuvieron espesos en muchas fases del juego y abusaron de los balones largos en lugar de jugar por las bandas, arma que saben explotar a las mil maravillas cuando se aplican. Además, les costó asimilar más de lo deseado colocarse con el marcador en contra.

 

El Chipiona, muy al estilo de Torres -aguerrido, jugando fuerte, presionando y sin concesiones- sorprendió a los xerecistas con un golazo a balón parado en el minuto 35 y casi termina sacando petróleo ese tanto. Marcó en su primera llegada.

 

Antes de todo eso, los azulinos saltaron al césped enchufadísimos y con intensidad y a los tres minutos ya pusieron en apuros a Nolo. Alberto botó muy bien una falta desde la izquierda que Barragán remató fuera por poco.

 

 Diez minutos más tarde, llegó el error más grave del árbitro en todo el choque. Barragán  manda el balón al interior  del área, Paquito, muy listo, encara al portero, le gana la partida y el guardameta local derriba al ariete antes de despejar el balón. Sólo el colegiado no vio acción punible en esa jugada. Poco después, Alberto también reclamó pena máxima después de un empujón claro de un defensa.

 

Los locales, ordenados y bien cerrados pero realizando un desgaste enorme para intentar frenar las acometidas de los xerecistas, no le vieron la cara a Miguel hasta el minuto 20. Antoñito lo intentó sin fortuna después de aprovechar uno de los pocos despistes de la zaga xerecista.

 

La oportunidad más clara para los de Mendoza llegó a los 23 minutos. Un saque de esquina de Alberto lo mandó de volea Pepe al larguero. La pelota pegó en el interior del travesaño y se marchó fuera.

 

El Chipiona, empujado por la grada y ayudado por un colegiado que cortaba demasiado el juego, quería pero no podía, aunque en alguna contra comenzaba  a dar muestras de cierto peligro.

 

A la media hora, un contragolpe de Gallego lo abortó Miguel despejando de puños con ciertos apuros el balón envenenado del chipionero.

 

Lo peor estaba por llegar. Primera oportunidad clara, gol. Una falta en la frontal del área de Israel a Antoñito la transforma con un golpeo perfecto Víctor. El defensa colocó el balón en la escuadra, haciendo inútil la estirada de Miguel. Demasiado castigo para el equipo que más lo había intentado hasta ese momento, aunque en el fútbol no se vive de sensaciones, se vive de goles.

 

Con 1-0, el Deportivo comenzó a diluirse y pedía a gritos el descanso, un descanso que llegó sin más sobresaltos ni para Nolo ni para Miguel.

 

Mendoza, visiblemente enfadado con el rendimiento de los suyos, no se lo pensó dos veces y realizó tres cambios de una tacada. Dejó en la caseta a Caro, que recuperó la titularidad en la medular tras su lesión, Quirós y Álvaro para apostar por  Alberto Gil, Daza y Fran Vargas. 

 

La apuesta del técnico xerecista era clara, más entradas por bandas y más velocidad a la espera de noquear a un rival que realizó un importante trabajo físico en la primera mitad.

 

Pero fue el Chipiona el que dio primero. Víctor, con una calidad a balón parado impropia en esta categoría, estuvo a punto de hacer el segundo gol para su equipo. En esta oportunidad, la falta fue en el mismo vértice del área pero a él le da igual la posición.  Le pegó a la pelota de cine y su lanzamiento terminó estrellándose en el larguero después de que Miguel tocase lo justo.

 

La réplica a esa gran oportunidad la puso Daza nivelando el partido también con un buen gol (58'). Paquito, sacrificado por Mendoza quizás demasiado pronto porque siempre fue un referente para sus compañeros y les ayudó muchísimo jugando de espaldas,  luchó por un balón al borde del área, lo controló bastante bien y se lo puso de cine y de cara a su compañero Daza. El medio le pegó al balón con el alma y su derechazo se alojó en la meta defendida por Nolo no sin cierto suspense, ya que rozó antes en el palo.

 

Con el empate, el Deportivo recobró en cierto modo las buenas sensaciones pero no terminaba de sentirse cómodo en el campo. Entraba demasiado al trapo en todas las acciones fuertes y comenzaron a saltar chispas.

 

'Pepichi' Torres, muy nervioso en la banda, las tuvo con el asistente, vio la amarilla y poco después fue expulsado Gallego por doble amarilla (60'). Esa jugada marcó el tramo final del choque.

 

Helenio Herrera tenía su parte de razón porque con diez, el Chipiona jugó mejor que con once y apenas notó quedarse en inferioridad, todo lo contrario.

El Chipiona fue más inteligente que el Deportivo, que una y otra vez colgaba balones a la olla, cuando ya Paquito no estaba, y se olvidaba del toque. Menos mal que Pepe e Israel estuvieron inconmensurables atrás.

 

En el minuto 70, Abraham tuvo en sus botas el 2-1 tras una salida en falso de Miguel, pero su remate se le marchó desviado. Luego, en el 86, Daza casi firma un doblete, pero se hartó literalmente de balón y lo mandó alto.

 

Nueve jornadas sin perder y 19 puntos sobre 27. Ahora, espera el Sanluqueño B ¿en Chapín?

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