Más problemas a la vista para Jesús Mendoza de cara a la recta final de Liga, un tramo de competición en el que el Xerez pretende sellar la permanencia cuanto antes para no pasar apuros de ningún tipo y cerrar el ejercicio lo mejor posible.

El delantero Paquito comunicó ayer al cuerpo técnico que se marcha de la entidad por motivos laborales. El ariete, aún con las secuelas del fuerte golpe que recibió en la cabeza el pasado domingo en el partido ante el Algaida, va a poner rumbo a Mallorca junto a su familia en busca de nuevos retos.

Paquito se pasó ayer por el entrenamiento que llevó a cabo la plantilla y se despidió tanto de los entrenadores como de sus compañeros, a los que deseó suerte tanto de cada a lo que resta de campaña como de cara al futuro.

La baja del punta es bastante importante para Mendoza, ya que se va a quedar sin su único delantero centro nato y sin uno de los futbolistas que más partidos había disputado hasta ahora.

El preparador azulino perdió hace un par de semanas a Fran Vargas, jugador que comenzó jugando en el filial pero que había dado el salto al primer equipo y que también era de los titulares habituales hasta que dejó de acudir a Jerez desde Lebrija por incompatibilidad entre el horario de su trabajo y el de los entrenamientos del primer equipo.

Sin Paquito, el entrenador xerecista tendrá que estar muy pendiente de la evolución de las lesiones de sus tres atacantes en el dique seco, Beni, Nene y Casares. El primero arrastra problemas de rodilla y el segundo y el tercero, musculares.

En estos momentos, sólo Juanma Longa, que además comenzó en el filial, y Beato, que acaba de dejar atrás una larga lesión de tobillo, son algunas de las bajas que le quedan al Deportivo.

Paquito comentó ayer tras despedirse de sus compañeros que "me ha costado bastante tomar la decisión por el cambio radical de vida que supone pero aquí no tengo trabajo desde hace meses, me ha salido esta oportunidad a través de unos amigos, y no la puedo dejar pasar. Junto a mi mujer y mi hija, me voy a Mallorca a intentarlo, me toca buscar nuevas expectativas".

Desde pequeño, nunca ha dejado de jugar al fútbol y una vez instalado en su nuevo destino, intentará "buscar algo para matar el gusanillo. Todos los que estamos dentro sabemos lo que es eso, no concibo un fin de semana sin jugar. Aunque por el momento sólo sea para entrenar, intentaré también buscar un equipo siempre y cuando el trabajo me lo permita".

A sus compañeros, el delantero les deseó "muchísima suerte tanto en lo que resta de temporada como en futuro. Hay un grupo impresionante y me da bastante pena dejarles en estos momentos en los que toda la ayuda es poca para cortar la racha. No obstante, no creo que el Xerez pase demasiados apuros, en cuanto se rompa esta dinámica, el equipo volverá a coger confianza y terminará sumando bastantes puntos hasta el final de Liga".