A ocho puntos del descenso y con cuatro jornadas por delante, el Xerez CD quiere amarrar la permanencia cuanto antes, lo que pasa por ganar mañana en el exilio del Antonio Barbadillo arcense (12:00 horas) a un Mazagón que necesita los puntos para seguir aspirando a la salvación. Para el Deportivo, el triunfo en El Rosal fue vital y los tres puntos sumados, además de romper la racha de derrotas consecutivas, permite encarar la recta final del campeonato con menos presión.

Así lo entiende Jesús Mendoza, entrenador del Xerez, que reconoce que esta semana ha sido bien distinta en los entrenamientos a las anteriores: "Sí, al menos más tranquila porque lo estábamos pasando bastante mal, hay que reconocerlo, como ya dije en la otra rueda de prensa, que estaba un poco intranquilo porque no llegaban los resultados. Sí es verdad que comenté que estábamos muy cerca de ganar los partidos y el del otro día creo que fue el mejor de la temporada, ante un grandísimo rival porque allí era muy complicado y los chavales ahora se han quitado una mochila con muchos kilos de encima y esperemos que ahora hayan recuperado la confianza y por supuesto que no se confíen porque el domingo ante el Mazagón tenemos una bola de partido para salvar la categoría, que es muy importante para nosotros".

El técnico azulino ha notado que sus jugadores se han quitado un peso de encima con el 1-3 ante el Balón: "Sí, los ánimos en los entrenamientos son diferentes y la verdad es que los chavales estaban entrenando al doscientos por cien pero anímicamente no estaban en su mejor momento, al igual que yo. Creo que esta victoria nos da un poquito de tranquilidad pero hay que seguir porque todavía quedan cuatro jornadas y la del domingo creo que es la más importante de todas".

Ahora el reto es mantener el nivel de El Rosal, que no será fácil ante el magnífico partido de los azulinos, sobre todo en la primera mitad: "Es verdad que el partido se nos puso muy pronto de cara, todo lo contrario que otros partidos, que a los pocos minutos ya íbamos perdiendo. Quieras o no eso te ayuda, ya los chavales se soltaron, dejaron los nervios fuera e hicieron un grandísimo partido, ellos son merecedores de mantener la categoría y estoy seguro de que al final lo van a conseguir".

La competición está terminando pero Mendoza lo que quiere es conseguir el objetivo de la permanencia matemática cuanto antes: "Que acabe no, cerrar la permanencia sí. Creo que hemos pasado un buen año, con dificultades que a estos futbolistas les va a servir de cara al futuro, por supuesto a mí también. Creo que me he ganado el cariño de los chavales, también ellos el mío porque hemos sido como una familia y el otro día se me pusieron los vellos de punta, eso lo guardaré siempre, lo tendré siempre en la retina porque sentí muchas cosas en esos abrazos de los chavales porque no me lo esperaba, ellos ahí me han demostrado muchísimas cosas".

Entre otras, quedó clara la implicación de los jugadores con el equipo y con el entrenador: "Sí porque sabemos que hemos pasado muchísimas cosas aquí, lo sabemos. Muchas adversidades y quieras o no eso nos ha hecho unirnos mucho más y saber que el objetivo era mantener la categoría. Es verdad que nos hubiese gustado luchar por otras metas pero no ha sido posible, hemos visto que otros equipos han podido fichar, nosotros en diciembre tuvimos la oportunidad de fichar a Nico y a alguno que otro más para mejorar la plantilla y dar ese salto de calidad y no lo pudimos hacer. Entonces, quieras o no quieras eso lo nota el equipo y los presupuestos muchas veces también mandan. Tenemos a la Olímpica Valverdeña, Roteña, Rota..., que son equipos que se gastan la pasta".