David Carpio. Cantaor

"En el cante hay mucha mentira, muchos intereses"

  • El jerezano, que debuta hoy en Villavicencio con Moraíto, habla claro: "En el cante hay mucha mentira"

Si hay una palabra que define a David Carpio (Jerez, 1975) es humildad. No olvida de dónde viene y pese a su juventud sabe dónde quiere llegar. Todo lo que tiene ha sido a base de trabajo y constancia durante años y ahora, después de esa insistencia, afronta su próxima realidad, estrenarse en el Palacio de Villavicencio.      

—¿Nervioso conforme pasan las horas?

—Un poco, los nervios siempre están, sea cual sea el sitio donde tienes que cantar, pero bueno, intento controlarlos. Me tiene más preocupado el resfriado este que he pillado estos días que lo que es la actuación en sí. Intentaré darlo todo.

—¿Qué supone para usted cantar en el Festival de Jerez ?

—Supone mucho, porque hacerlo en una muestra como ésta, de tanto prestigio nacional e internacional, no ocurre todos los días. Además, de camino voy a cumplir uno de mis sueños, que me acompañe Moraíto. Me hace mucha ilusión que me acompañe él, aunque hubiera preferido, por él, otra circunstancia, pero las cosas son así. Yo le voy a poner el alma y se lo voy a dedicar a él porque dijo que estaría este día conmigo y ahí estará. 

—¿Y está lo suficientemente preparado David Carpio para ponerse delante?

—No soy quién para decirlo, eso lo dirá el tiempo. Lo único que sé es que todo lo que tengo me lo he ganado a base de trabajo, por méritos propios. Sé que todavía hay gente que dice ‘y éste, ¿de dónde ha salido? Pero eso da igual intentaré, llevo desde que tenía 14 años cantando y ya tengo 35. Sé que en el flamenco hay mucha mentira e hipocresía, y a veces el ser humano se arrima al árbol que da más sombra, pero me trae sin cuidado. Canto por mí, por mi gente y porque es lo que me gusta.

—Porque usted viene de familia cantaora....

—Sí, en mi casa siempre se ha cansado, lo que pasa es que cuando se habla de los Carpio casi todo el mundo lo asocia con mis primos, con El Mijita, con El Garbanzo, con mi tío abuelo Alfonso ‘El Berengeno’...Yo no conozco otra cosa que el flamenco, y desde pequeño lo he mamado, lo que pasa es que mi forma de cantar no se parece demasiado a la de mis primos, soy diferente, por eso hay gente que no me identifica con los Carpio.

—¿De quién se acordará cuando salga a cantar?

—Seguramente de mi familia, de mi mujer y mis padres, que siempre están ahí, y de un primo mío que falleció con treinta y tantos años y que siempre lo tengo en el recuerdo. Lo único que sé es que cuando salga al escenario intentaré disfrutar al máximo porque ya digo que para mí es un sueño hecho realidad.

—Acaba de venir de estar 20 días trabajando con María del Mar Moreno en el Tablao Cordobés de Barcelona, ¿cuesta cambiar el chip?

—Un poco sí cuesta, pero tampoco demasiado porque ya he cantado delante solo varias veces. Ya estoy acostumbrado y sé que delante tengo más libertad que cantando detrás donde uno está más limitado y debe amoldarse al baile.

—Su paso por diferentes compañías le han hecho ampliar su abanico de cantes, pero aún así usted tiene previsto cantar hoy seguiriyas, tonás y soleá. ¿Por algún motivo especial?

—No, simplemente porque me apetece. De todas formas, no he visto a muchos cantaores en Jerez, salvo a Jesús Méndez, que hagan el Romance del Conde Niño, las tonás chica y grande o los fandangos de José Cepero, que a mí me gustan mucho.

—Denota usted gran conocimiento, ¿le gusta estudiar?

—Sí, porque considero que esto antes que nada es un trabajo y uno tiene que conocer perfectamente el cante y sus estilos. Yo soy de los que se pone a estudiar, no tengo por qué esconderlo. Si se quiere mejorar y seguir creciendo hay que estar abierto a todo y por supuesto a conocer las distintas variantes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios