Acotaciones al programa

Las primeras grandes figuras del baile (4)

Continuando con la reseña de las primeras grandes figuras del baile flamenco, llegamos a Magdalena Seda Loreto, La Malena de nombre artístico (Jerez de la Frontera, 1877-Sevilla, 1956). Esta bailaora fue figura señera de los cafés cantantes de su época. En 1903 bailaba en el sevillano Café Filarmónico, para pasar después a otros de la misma ciudad y de otras andaluzas. Viajó a Rusia con el elenco del maestro Realito y perteneció al espectáculo "Las Calles de Cádiz", para seguidamente bailar en el Salón Variedades de Sevilla. La Malena fue una bailaora que representaba todavía en los años cincuenta el esplendor de los cafés cantantes. La Malena ha pasado a los anales flamencológicos como intérprete de la máxima calidad, es un nombre imborrable en la historia del género.

Rosario Monje, artísticamente La Mejorana (Cádiz, 1862-Madrid, 1922), bailaora y cantaora, madre de Pastora Imperio, solamente actuó profesionalmente durante tres años, porque al contraer matrimonio decidió retirarse de los escenarios. No obstante, dejó entre la afición una estela artística admirable. Fernando de Triana ha glosado así su personalidad: "Su figura era escultural y cuidaba siempre de vestir los colores que más la hermoseaban, pero siempre su bata de cola, de percal, y su gran mantón de Manila (…) Cuando salía bailando y terminaba la falseta, hacía una parada en firme, y al compás de la fiesta de palmas sordas, se cantaba ella misma una juguetillos que a la vez bailaba." Y según Fernando Quiñones, La Mejorana, "fue la primera que levantó mucho los brazos en la danza, prestando con ello a la figura femenina extraordinario aire y majestad. Más que decorosa intérprete de soleares, y admirable de bulerías y cantiñas en general, y alegrías en particular, aportó a este último estilo un juguetillo de su creación".

La bailaora La Coquinera (El Puerto de Santa María, 1874-Madrid, 1944), en la pila de bautismo Antonia Gallardo Rueda, se inició en Jerez, junto a los cantaores Chacón y El Chato, pasando seguidamente, en 1893, al Teatro Martín de Madrid y a los cafés cantantes. De Madrid pasó a Sevilla, contratada para bailar en el Café Novedades y en el Salón Filarmónico. Volvió a Madrid, en 1935, para actuar en el Café La Marina, así como en distintos teatros. Fernando de Triana, la glosa con las siguientes palabras: "Fue una preciosa portuense, que como artista a nadie tuvo que envidiar."

Estas tres grandes figuras, La Malena, La Mejorana y La Coquinera, forman con La Macarrona, que ya hemos glosado, un cuarteto de bailaoras que aportaron al arte flamenco una riqueza de expresiones tan sumamente valiosas y enriquecedoras, que fueron creando escuela, dándole dimensión al baile en todas sus facetas, tanto de braceo y zapateado, como de majeza y gracejo de movimientos y quiebros pintureros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios