Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

cómics

El duelo eterno

Conan y Red Sonja.

Conan y Red Sonja.

Desde que Marvel perdió los derechos del mundo hiborio, las aventuras de Conan y Red Sonja han discurrido por caminos separados. El primero recaló en 2003 en la editorial Dark Horse, que devolvió al personaje parte de la grandeza perdida, y la segunda encontró acomodo en 2005 en el catálogo de Dynamite, donde ha conocido tiempos mejores y peores. Por fortuna, las dos casas estadounidenses han devuelto a los fans la emoción del que fuera uno de los duelos más emblemáticos de la fantasía heroica en las miniseries Conan/Red Sonja (2015, Dark Horse) y Red Sonja/Conan (2015-16, Dynamite), la primera de las cuales acaba de ser recopilada por Planeta Cómic en un solo tomo.

Con guion de Gail Simone y Jim Zub, y dibujos de Dan Panosian (en los dos primeros números) y Randy Green (en los dos siguientes), el libro presenta la reunión del cimerio y la hirkania en lucha contra el mismísimo Thot-Amon. La historieta está ambientada en distintos momentos de la vida de los míticos guerreros, lo que nos permite disfrutar con la aparición de secundarios de lujo como la siempre añorada Bêlit y contemplar la evolución de la relación entre los protagonistas de este eterno duelo de espadas. Simone ya había tenido oportunidad de trabajar con Red Sonja, pero ésta es la primera vez que escribe a Conan, y se nota que ha disfrutado de lo lindo. Lejos de la rotundidad visual de los viejos cómics de Marvel, el apartado gráfico tiene el estilo propio de Dark Horse, en el que juegan un papel fundamental los colores de Dave Stewart. El resultado es excitante, y deja la puerta abierta para nuevos encuentros. Ojalá que no se haga esperar tanto.

Entretanto, Planeta ha publicado ya el tomo 26 de Las crónicas de Conan, reedición de los números 199 a 205 de la cabecera marveliana Conan the Barbarian (1987-88), junto con el anual 12 (1987), en los que, por cierto, también aparece Red Sonja. Forman parte de la imprescindible etapa de Jim Owsley y Val Semeiks, una de las mejores (si no la mejor) del periodo en que no estuvo implicado Roy Thomas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios