Como Maquiavelo, Guicciardini escribirá una Historia de Florencia. Y como él se aproximará a los Médicis para analizar del poder, para evaluar sus límites, para revelar sus fallas, pero también para destacar el modo en que el hombre sucumbe a este aciago sortilegio. En buena medida, Guicciardini fue el contradictor, no sólo de Maquiavelo, sino de aquel astro errático y deslumbrante, de extraña memoria, que fue Savonarola. En uno y otro es posible distinguir el ideal republicano. No así en Guicciardini. En la vasta polémica que enfrentó a los humanistas sobre la figura de César no es posible situar a Maquiavelo y a Guicciardini en el mismo bando. Digamos que Guicciardini es un posibilista. Pero digamos, de igual modo, que uno y otro despliegan en sus escritos una nueva inquietud, una posiblidad inmediata, cual es la organización del poder por la voluntad, y con los medios habilitados por el hombre, ascendido a la categoría de ciudadano.

En el prólogo a esta edición del Diálogo sobre el gobierno de Florencia queda perfectamente desentrañada dicha posición de Guiccciarddini. En estos diálogos, por otra parte, Guicciardini imaginará a su padre como uno de sus interlocutores, mientras que él se embosca tras la figura senil de Bernardo del Nero. Son diálogos, repito, de obvio linaje platónico, donde Guicciardini no hace sino razonar por extenso lo que dice resumidamente en su Storie fiorentine, cuando retrata a Lorenzo de Médicis: "Y aunque hay que concluir que bajo su mando la ciudad no estuvo en libertad, no por ello parece posible que hubiese podido haber un mejor tirano y más agradable".

Con lo cual, y si se quiere de un modo perverso, lo que se ventila aquí es una idea muy precisa del hombre, que atraviesa y modula todo el Renacimiento. Esa misma idea que triunfa en las utopías de Moro y en Campanella, pero que en la Nueva Atlántida de Bacon ya es una forma crepuscular de tiranía. Unida a ella encontraremos otro concepto al que debemos la grandeza de Guicciardini. Tal concepto no es otro que la moderna formulación de la Historia.