Deportes

Agónica victoria de la mano del de siempre

  • Dos goles postreros de Messi dan los puntos al Barça, que sufre en Donetsk

Como en Montjuïc, en el último minuto, y con Leo Messi como bigoleador, el Barça le dio la vuelta a la situación en Donetsk y derrotó al Shakthar un partido que iba perdiendo en el minuto 87. Messi solventó la papeleta. Empató en el minuto 87 en una acción en la que los ucranianos esperaban una devolución de un saque de banda por parte del Barça, pero que el meta Pyatov regaló el tanto el argentino. El 1-2 fue una acción típica de Leo, picando el balón por encima del meta en una jugada de calidad cuando el partido ya agonizaba.

A pesar de la victoria, que le abre las puertas a la primera posición del grupo, el Barça volvió a ofrecer una imagen de dudas. Se equivocó Pep Guardiola con el planteamiento táctico y su equipo volvió a pagar la falta de solvencia defensiva para complicarse el partido. Suerte para el Barça que aparecieron en los minutos finales Bojan Krkic y Leo Messi para revolucionar el partido, pero sobre todo para sumar una importante victoria en un campo en el que no había ganado en los dos encuentros disputados hasta la fecha.

Si buscaba sorprender al rival, con el cambio de sistema, Guardiola tendría que calibrar si al final lo que consiguió fue despistar a su equipo, que le costó encontrar el ritmo del partido. Jugó el Barça con tres defensas, Alves integrado como carrilero en el mediocampo, una medular muy poblada con cinco jugadores y dos delanteros. A Messi, Guardiola le reservó un sitio en el banquillo de salida, después el argentino fue decisivo. El Shakhtar, acuciado por su mala marcha en la liga ucraniana, salió conservador y el Barça fue trabajando el partido minuto a minuto, frente a un equipo muy físico, pero con pocos argumentos, a pesar de la buena nómina de brasileños que tiene Mircea Lucescu.

Los locales, encerrados atrás al principio, se despertaron y crearon dos buenas ocasiones. La segunda finalizó con el tanto del brasileño Ilsinho, quien remató con una vaselina una jugada tonta del Barça en defensa, otra de las temidas pájaras. El Shakhtar se limitó entonces a encerrarse atrás y a esperar un buen contraataque para matar el partido. Ya tras el descanso, Guardiola dio entrada Messi, que revolucionó el partido y dotó de velocidad al ataque para darle la vuelta al tortilla.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios