El regreso de Fernando Alonso al asfalto (no lo hacía desde la última prueba del mundial en Brasil el pasado 2 de noviembre) y al Circuito de Jerez provocó el clásico revuelo entre los seguidores del piloto asturiano, todo un icono fuera y dentro de nuestras fronteras. En la primera toma de contacto del español con el trazado jerezano y pese a ser día laborable, numerosos espectadores se desplazaron hasta el Circuito con la intención de ver en directo al de Renault, que en principio hoy también tiene previsto saltar a pista.

Como ocurrió el pasado año con el R27, Alonso salió a escena con un coche híbrido, es decir, con la mayoría de materiales de la pasada temporada más alguna modificación técnica, principalmente la suspensión, uno de los caballos de batalla del asturiano para el próximo año. Hay que recordar que de cara al mundial venidero, la FIA ha introducido tres importantes cambios en la reglamentación, la reducción aerodinámica, los neumáticos lisos (los denominados slicks) y la inclusión del llamado KERS (Kinetic Energy Recovery System o lo que es lo mismo Sistema de recuperación de energía cinética). De todas ellas, la más complicada de poner en funcionamiento es ésta última, toda vez que su integración dentro del vehículo se antoja una tarea difícil debido a su enorme peso.

En lo que respecta a los entrenos de ayer, el asturiano se subió al vehículo a primera hora de la mañana, pero cuando apenas había completado doce vueltas (a eso de las once de la mañana) se salió de pista y acabó rompiendo el trapecio de la suspensión derecha además del alerón delantero, por lo que el R28 estuvo casi dos horas en boxes corrigiendo las consecuencias del accidente.

Así las cosas, Fernando retornó al asfalto a la una menos cuarto de la tarde para comenzar realmente con las probaturas pues con anterioridad apenas había tenido tiempo para sacar conclusiones. Hasta entonces, su mejor crono había sido 1.22:831, un registro que superó nada más salir al trazado. El asturiano completó un total de 106 vueltas dejando su tiempo en la jornada de hoy en 1.19:907, es decir, fue séptimo. Todo ello pese a que el español tuvo un segundo susto, concretamente en la curva Sito Pons, pero afortunadamente ésta vez pudo salir airoso y volver a pista.

Por lo demás, esta segunda jornada de entrenamientos en Jerez, que afortunadamente gozó de unas condiciones climatológicas positivas, volvió a tener a Sébastien Buemi, de Scuderia Toro Rosso, como el piloto que realizó el mejor tiempo, rebajando en varias milésimas el crono marcado el día anterior. El joven suizo, que condujo el monoplaza 2008 de la escudería italiana, tiene serias opciones de pilotar para este equipo la próxima temporada y más con los resultados obtenidos estos dos días donde ha batido claramente a Bourdais (que hoy era tercero con 1.18.673) que también opta a este volante. Para colmo, Takuma Sato que sustituía al francés durante la tarde, lograba en sólo 38 vueltas rebajar el tiempo de este último lo que a buen seguro le otorga sus opciones al volante para el 2009 en detrimento del galo.

Mención especial tuvo el otro español, Pedro Martínez de la Rosa, quien a pesar de trabajar durante toda la jornada con distintas configuraciones, consiguió acabar el día con el cuarto mejor registro (1.19.032). El barcelonés no probó ayer el citado KERS, algo que pretende hacer hoy, pero sí salió a pista con el nuevo alerón delantero de 2009, que forma parte de la nueva configuración aerodinámica de McLaren.

Kimi Raikkonen se situaba tras el español con 1.19.334, mientras que el también finlandés Kovalainen se situaba a continuación (1.19.631). Tras ellos y Alonso se situaron Rosberg, Heidfeld, Massa, que salió por primera vez a las cuatro de la tarde y, por tanto, poco tiempo tuvo de rodar, y Kubica que tuvo problemas mecánicos durante la mañana.