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Asalto a los octavos con un festival de goles

  • El Madrid solventa en la primera mitad su pase como líder contra un débil Lazio

El Real Madrid rompió con el pasado y selló su pase como primero de grupo a octavos de final de la Liga de Campeones, con festival goleador y diversión en el Santiago Bernabéu, a costa de un débil Lazio, el día que Bernd Schuster castigó a Guti en un partido vital.

El Real Madrid no podía fallar. No había excusas para sentenciar una clasificación que debía haber certificado un mes antes. Instalado en uno de los grupos más asequibles, perdonó dos veces, en Grecia y Alemania. Ante el Lazio era obligado ganar, pese a que las matemáticas concedían margen.

El equipo que bajó al barro en Bilbao para ganar un choque rocoso recibió continuidad. Baptista aumenta el músculo en la medular y concede llegada. El brasileño ha sabido esperar su momento, se ha ganado a pulso los minutos y no los desaprovecha.

Nació el partido con un Real Madrid dubitativo y un Lazio lanzado. Los italianos pisaron en tres ocasiones el área de Iker Casillas, en una de ellas con remate de Rocchi pegado al palo. Pero apareció Baptista e instaló la calma.

Recibió el balón en el minuto 13, en la frontal con el gol dibujado en su cabeza. Lo plasmó a la perfección. Control orientado, un toque para armar el disparo y gol. El primer puesto de grupo estaba asegurado porque tres minutos después el Lazio se tambaleó y el más listo de la clase, Raúl, lo aprovechó. El capitán engordó sus números como máximo goleador de la historia de Liga de Campeones y marcó, de cabeza, su tanto 59, en el segundo palo, tras jugada de estrategia en un saque de córner.

El Lazio llegaba con la bandera de un fútbol alejado del típico italiano. La comparte con la Roma, pero ayer se la dejó en casa. Blando en defensa y con poca pegada, se despidió de Europa concediendo un gol, el tercero, de patio de colegio. Van Nistelrooy tuvo tiempo dentro del área para pensar y regalar el gol a Robinho.

El madridismo estaba satisfecho, el partido sentenciado y Schuster concedió descanso a Sneijder y Robinho. Saltaba Guti en la reanudación con el gesto torcido, para demostrar que es compatible con Baptista. Se divirtió el Real Madrid en el inició de la segunda parte, antes de dejarse llevar por el resultado. Guti dio velocidad y precisión en el pase. Robben puso ganas. Pero el Lazio marcó e incluso dispuso de un penalti para decir adiós con el 3-2.

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