Aunque el Barcelona y Lionel Messi parezcan por momentos perfectos, nadie en el fútbol lo es, algo que los hombres de Josep Guardiola comprobaron en los últimos dos partidos. Tras 16 victorias consecutivas, el Barcelona perdió velocidad y contundencia, porque la derrota del miércoles por 2-1 ante el Arsenal en Londres por la Liga de Campeones llegó después del empate en la Liga española 1-1 en Gijón ante el Sporting.
Dos partidos, ninguna victoria y Messi sin anotar goles: toda una novedad tras una racha impresionante. Son dos resultados inesperados que, sin embargo, no parecen preocupar ni al equipo ni a la hinchada. "Permitidme que tenga fe en estos jugadores. Lo han demostrado demasiadas veces, durante demasiado tiempo, como para no hacerlo. Queda el partido de vuelta en casa, que nos ganamos el derecho. No veo motivos para no ser optimistas", argumentó Guardiola tras la derrota.
La prensa catalana se quejó del arbitraje, aunque reconoció que el Barcelona no ofreció el nivel acostumbrado tras el descanso después de jugar una gran primera parte. "El Barça, si juega como sabe, no debería tener problemas para remontar la eliminatoria, pero supondrá un nuevo esfuerzo en un calendario repleto de partidos decisivos. El Arsenal es inferior que el Barça, pero mejor cuando los azulgranas bajan su nivel", opinó Sport. Para Mundo Deportivo, "el Barça es superior a este excelente Arsenal, de ahí que la derrota deje el estómago removido".
El Barcelona acusó en Londres dos curiosas "maldiciones": Guardiola sigue sin ganar un partido fuera de casa de eliminatoria de la Liga de Campeones y Messi continúa sin marcar en campo inglés.
Precisamente, el Barcelona está acusando el ligero bajón de rendimiento de Messi, a pesar de que el argentino dio a David Villa sendas asistencias en los goles ante Sporting de Gijón y Arsenal.
Ante el Arsenal, apenas iniciado el encuentro, Messi erró una de esas ocasiones que todos los hinchas dan por gol antes de que el balón entre. Fue en un mano a mano que concluyó con un disparo que se marchó fuera. Además, el árbitro le anuló un gol en la primera parte, una jugada muy protestada por los visitantes.
Aunque la estadística deja un dato muy curioso: el Barcelona perdió cuatro partidos durante toda la temporada y todos ellos coincidieron con la ausencia del central Carlos Puyol, el capitán del equipo. El zaguero catalán padece una tendinopatía en la rodilla izquierda y no acaba de recuperarse. Según reflejan los números, su equipo lo necesita.
La experiencia indica que el Barcelona suele atravesar en los últimos años un pequeño bache a estas alturas de temporada. A partir de ahora comienza el tramo más importante de la campaña y el equipo azulgrana, líder de la Liga española con cinco puntos de ventaja sobre el Real Madrid, no puede permitirse descuidos.
Lo que sí es cierto es que el Barcelona de los récords bajó a la Tierra, aunque sólo sea por un par de partidos, y tanto Sporting de Gijón como Arsenal demostraron que ningún equipo es infalible. Ni siquiera el que lucha por ser considerado el mejor de todos los tiempos.
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