El Portuense cayó ayer derrotado en su visita a Lucena en un encuentro que tuvo dos fases completamente distintas, separadas por un penalti a favor del equipo local en el minuto 68 con el que el cuadro local se adelantaría en el marcador. Todo el primer tiempo y la primera mitad del segundo tiempo se caracterizaron por un encuentro muy táctico en el que el respeto mutuo y los marcajes hicieron que prácticamente no hubiera juego ni ocasiones y muy pocas llegadas a meta.

Poco hay que destacar en la primera parte, aunque en el minuto 3 Argüello envió a saque de esquina un cabezazo de Zurdo. Poco después, Jesús Lanza tiró una falta y Óscar Rodríguez envió a saque de esquina anticipándose a los atacantes. Un minuto más tarde, Velasco sacó un córner y el balón se marchó rozando el poste.

Aún no se había cumplido la media hora de partido cuando un fallo de la defensa portuense permite a Guille plantarse solo ante Eneko, quien muy seguro sale fuera del área y despeja con el pie. Poco después es Berenguer quien remata dentro del área aprovechándose de una indecisión del meta y la defensa, pero el balón salió rozando el poste.

El último tramo del primer tiempo y el primero del segundo transcurrieron sin pena ni gloria, pero en el minuto 55 el técnico local dio entrada a Cabello, que no había salido de principio, y poco a poco fue desequilibrando el encuentro a favor de los locales.

A falta de media hora, Berenguer se anticipa y despeja justo cuando Jonathan Torres se disponía a rematar. Un minuto después, internada de Jesús Lanza cuyo centro sale rozando el poste.

En el minuto 68 se produjo la jugada clave del encuentro: Argüello remata en plancha y el meta Wilfred envía a saque de esquina, pero el árbitro señala penalti por estimar que en una jugada anterior un jugador portuense empujó a Berenguer. El penalti lo lanza Cabello y establece el 1-0 en el marcador.

A partir de ahí, el Portuense tuvo que abrir líneas, pero salvo en una ocasión a balón parado no inquietó en exceso la meta de Toni García; por el contrario, el conjunto local encontró espacios que le permitieron realizar contraataques de gran peligro, obtuvo un segundo tanto e incluso pudo haber marcado más, y el último tramo estuvo caracterizado por el gran juego del Lucena.