La tenista grancanaria Carla Suárez, octava cabeza de serie en el torneo de Doha, se clasificó para disputar la final al imponerse en la semifinal a la polaca Agnieszka Radwanska, tercera preclasificada.

Suárez, que se convierte en la sexta jugadora del mundo en el escalafón mundial, venció por 6-2 y 6-0 en una hora y tres minutos, y se enfrentará en la final a la jugadora letona Jelena Ostapenko tras la retirada de la alemana Andrea Petkovic, verdugo de Garbiñe Muguruza en cuartos de final.

"Me he sentido realmente bien", admitió Suárez nada más ganar el partido, lo que la sitúa en el número seis de la clasificación mundial y con 3-2 en contra en el balance particular ante la jugadora polaca, ante la que cayó esta misma temporada en los cuartos de final del Abierto de Australia.

La jugadora española, que conectó veinte golpes ganadores por tan solo ocho errores no forzados, dominó por completo a su rival, agotada tras el épico partido de cuartos ante la italiana Roberta Vinci. La de Las Palmas no estuvo tan errática como hace un mes en Melbourne Park. Radwanska perdió su primer servicio, pero lo recuperó inmediatamente y se puso 2-1 por delante. La polaca, una jugadora habitualmente segura y batalladora, desconocía entonces que ese sería el último juego que haría en el partido.

Suárez afianzó su servicio y al resto empezó a causar mucho daño sobre el débil segundo saque de la centroeuropea, que tras perder en la primera manga por 6-2, no encontró la forma de reaccionar para darle la vuelta al partido.

Ahora en la final la tenista canaria se topará con Ostapenko, con quien ya perdió Suárez en su único enfrentamiento en la hierba de Wimbledon, en 2015, y que certificó ayer su clasificación después de la española, merced a la retirada de Petkovic cuando la letona vencía por 7-5 y 1-0