Es cierto es que en el deporte de competición las sorpresas no son pocas pero en la gran mayoría de las ocasiones se impone la lógica. Llana y sencillamente eso es lo que ocurrió ayer en el partido que disputaron el Ciudad de Jerez y un Universidad de Málaga que demostró que si se encuentra en lo más alto de la tabla clasificatoria no es fruto precisamente de la casualidad y y sí de que se trata de un equipo compacto y que además no es de los que perdonan cuando se presentan las ocasiones delante de la portería adversaria.

Es cierto que el equipo que prepara Jesús Azurmendi tuteó en muchas de las fases del encuentro a los malagueños, pero una vez más se demostró que no sólo la voluntad sirve para variar un guión. Sobre todo en los primeros 20 minutos el Ciudad de Jerez no le tuvo nada que envidiar a un rival con más calidad y una plantilla de jugadores más larga. Un solitario gol de Juanje en el minuto 17 sirvió para que se llegase al descanso con la ventaja malagueña.

En la segunda mitad el Ciudad de Jerez salió dispuesto a no dejarse mojar a oreja por los visitantes y en el minuto 24 Manu hacía justicia a lo que estaba sucediendo en el Ruiz-Mateos. Tras el empate el Universidad de Málaga, consciente de que los de casa estaban cuajando buenos minutos, echó el resto en busca de desnivelar la balanza a su favor y lo consiguió. Los goles de Nacho, Sergio y Yeyé dejaron las cosas vistas para sentencia. El tanto de Juan sólo le sirvió al Ciudad de Jerez para maquillar el resultado final. Lo dicho, esta vez no se produjo la sorpresa y el favorito se impuso un Ciudad de Jerez voluntarioso.