Cristiano Ronaldo sopló ayer 31 velas con su carrera como futbolista todavía en pleno apogeo, aunque a medida que pasan los años refuerza su perfil emprendedor para sacar provecho del valor de su marca a nivel global. En solo cuestión de meses, el jugador ha incrementado su presencia fuera de los campos de fútbol con el lanzamiento de una línea de calzado y con la firma de una alianza con una conocida cadena hotelera portuguesa, a lo que suma originales formas de promoción, como el lanzamiento de una película sobre su vida o la creación de un museo con sus más preciados tesoros.

Esta preocupación por los negocios es algo poco habitual en el ámbito del deporte y es más frecuente entre estrellas de otros sectores, según explica el director de la escuela de mercadotecnia lusa IPAM, Daniel Sá. "Aún no es algo normal, pero creo que representa una tendencia. Cristiano Ronaldo dejó hace mucho tiempo de ser únicamente un futbolista y es ahora una celebridad a nivel mundial, al mismo nivel que los actores, los artistas o los políticos", razona.

El IPAM calculaba con datos de 2014 el valor del jugador como marca comercial en 54 millones de euros, una cifra que según su director "no ha dejado de subir". "Cada vez tiene más seguidores en internet. Cuanto mayor es la visibilidad, mayor es el valor de la marca. Creo que ahora mismo está bastante por encima de esos 54 millones", solventó Sá.

El lado empresarial de la carrera de Ronaldo guarda algunos paralelismos con la deportiva, sobre todo a nivel de gestión, ya que Jorge Mendes y su empresa Gestifute también están detrás de estas operaciones. El agente es considerado como un padre por el futbolista, quien durante la presentación de la alianza con el grupo turístico Pestana agradeció tanto a su representante como al resto del equipo el asesoramiento a la hora de gestionar sus negocios.

El multimillonario patrimonio de Ronaldo, su condición de estrella y su ambición a nivel de empresarial contrastan con sus modestos orígenes, en Madeira, donde nació tal día como ayer hace 31 años en una familia humilde, que supo ver un potencial como futbolista que ahora da pie a una incipiente carrera en el mundo de los negocios.