El Deportivo de La Coruña quiere resurgir en el estadio de Riazor con el cambio de año e inaugurar 2008 con el pase a los octavos de final de la Copa del Rey, para lo que intentará aprovechar el empate a un tanto que logró en el encuentro de ida frente al Espanyol.

Los deportivistas llegan a este compromiso con varias ausencias significativas, que afectan sobre todo al doble pivote, posición en la que únicamente están disponibles el catalán Sergio González y el andaluz Juan Rodríguez por las bajas del canadiense Julien de Guzmán y Antonio Tomás.

El Espanyol afronta el partido con dos premisas claras, la de marcar en Riazor y no perder el partido si quiere seguir adelante en esta competición, que se ha convertido en una de las prioridades de esta plantilla. Una empresa asequible ya que el conjunto catalán pues en Liga sólo ha perdido un encuentro jugando como visitante.