El retorno a la competición del número dos del mundo, Novak Djokovic, para liderar al conjunto de Serbia evalúa el nivel de la Armada española, que acude a Belgrado plagado de ausencias, sostenido por integrantes de una nueva generación y desprovista de la condición de favorita en los cuartos de final de la Copa Davis.

El equipo de Conchita Martínez, que en la primera ronda ganó en Osijek a Croacia para garantizarse la permanencia un año más en el Grupo Mundial, después del ascenso obtenido en septiembre tras dos temporadas en las profundidades de la competición, saltará a la pista dura del Aleksandar Nikolic sin la presión de ocasiones anteriores. Djokovic abrirá la serie ante Albert Ramos, mientras que después será el turno para Pablo Carreño, decimonoveno del ranking mundial, que se enfrentará con Viktor Troicki (39 de la ATP).

La baja anunciada el pasado fin de semana de Marcel Granollers fue el último sobresalto que padeció la capitana del equipo español, Conchita Martínez, que citó en su lugar al joven Jaume Munar, de 19 años, sin repercusión en el circuito internacional y debutante como integrante en una convocatoria de la Copa Davis.

El factor sorpresa es al que se aferra España, liderada por Carreño, de 25 años y con sólo dos títulos en su historial, los logrados el pasado año en Moscú y Winston Salem, y finalista esta temporada en Río de Janeiro. La ausencia también de Roberto Bautista por lesión, otro tenista en forma, dispara el protagonismo y la responsabilidad de Carreño, que ya disputó la eliminatoria frente a Croacia en febrero. Erigido en el número uno del equipo español, puede tener que jugar el dobles además de dos partidos individuales.

Pablo Carreño, de 25 años, estará acompañado de Albert Ramos, finalista en el 2017 en Sao Paulo y con el trofeo de Bastad del 2016 como único éxito como profesional; Marc López, de 34 años, para el dobles y el citado Munar. Y es que sin Rafael Nadal, Bautista, David Ferrer, Feliciano López ni Fernando Verdasco, esta nueva España afronta un nuevo enfrentamiento de la Copa Davis como visitante sin presión ni exigencias. Será la octava eliminatoria consecutiva fuera de casa, pues no juega como anfitrión desde que ganó a Ucrania en la Caja Mágica de Madrid en la eliminatoria por la permanencia en 2013.

Por todo lo contrario Serbia asume la situación como clara favorita. Liderada por el número dos del mundo, cuenta con su mejor equipo posible y el objetivo de aspirar a un título que logró en 2010, el único en su historia. Aspira Serbia a sus primeras semifinales desde el 2013 y para ello Nenad Zimonjic, que ejerce de capitán y jugador, completa su equipo con Dusan Lajovic y Viktor Troicki; los mismos que ganaron con autoridad a Rusia en el estreno en la Davis en el presente curso.