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Djokovic llega crecido a la arcilla

  • Los problemas de Nadal ilusionan al serbio con vistas a Roland Garros

El torneo de Miami aportó más que el título a Novak Djokovic: el número uno del mundo llega al inicio de la gira en tierra batida pleno de confianza y con su primer Roland Garros en la mira, justo cuando sus grandes rivales parecen debilitarse. Mientras el serbio se llevó el trofeo sin ceder un set en Florida, sus adversarios acumulan preocupaciones: Federer admitió estar "sin pilas", Nadal revivió los problemas con su rodilla izquierda y Murray aún aguarda su momento en un Grand Slam.

"Estoy jugando el mejor tenis de mi carrera. Tengo que aprovecharlo todo lo que pueda", señaló Djokovic tras la final. Después de su excelente 2011, en el que logró tres Grand Slam, comenzó 2012 con una victoria en el Abierto de Australia. Y ahora apunta a Roland Garros, el único grande que le falta, con una amplía ventaja en lo más alto del ranking mundial.

"Esto es muy alentador para mí antes de la temporada en arcilla", señaló Djokovic. "Voy a tener más confianza para jugar en Montecarlo", su primer torneo del año sobre arcilla. "La tierra batida exige un esfuerzo físico mayor que las demás superficies. Tenemos una semana más para preparar Montecarlo en comparación con otras temporadas", indicó el mejor jugador del mundo, que el año pasado no jugó el torneo. "Ahora tengo una semana para descansar y luego otra para entrenar. Tengo tiempo suficiente para estar listo. Físicamente tienes que estar muy en forma", añadió.

Justo antes del comienzo de los torneos en tierra batida, sus grandes rivales parecen debilitarse. En especial Nadal, dominador de la superficie en los últimos años, que estuvo toda la semana con problemas en la rodilla izquierda y no pudo presentarse a en las semifinales ante Murray. El español, que ganó 32 de sus 46 títulos sobre arcilla, ya fue superado en 2011 por Djokovic en esa superficie. Fue en las finales de Roma y Madrid.

Y Federer, quien propinó en el último Roland Garros la única derrota de Djokovic en Grand Slam en 2011, admitió su cansancio tras un gran inicio de año. "Treinta partidos en los tres primeros meses llegan al alma. Las pilas estaban vacías", dijo el suizo tras caer con Roddick en Miami.

Sin embargo, Djokovic sabe que no puede confiarse: "Cada vez es más difícil para todos ganar un torneo. La competencia nunca duerme, pero puedo plantearme el desafío. Estoy preparado para ello".

En arcilla la situación no será la misma, pero el número uno llegará pleno de confianza a Montecarlo, que comienza el próximo 15 de abril.

"No mostró muchas debilidades en su juego", comentó Murray sobre Djokovic tras la final. ¿Las tendrá en tierra batida?

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