El Comité de Apelación de la UEFA, reunida ayer en Nyon (Suiza), decidió estimar la petición de suspensión cautelar del Atlético de Madrid en referencia a la sanción de la Comisión de Control y Disciplina que obligaba a que los rojiblancos disputaran su dos próximos partidos fuera del Vicente Calderón y a, al menos, 300 kilómetros de distancia.

De esta forma, según confirmaron el propio club madrileño y el máximo organismo del fútbol europeo, el partido ante el Liverpool, de la tercera jornada de la Liga de Campeones, previsto para el próximo miércoles, se jugará finalmente en el Vicente Calderón. Además, en ese encuentro, el técnico mexicano Javier Aguirre también podrá sentarse en el banquillo, ya que su sanción de dos partidos ha sido suspendida de forma cautelar.

"Tras la inmediata consideración de la petición de suspensión y, teniendo en cuenta las dificultades de organización y logística para preparar el partido en otra sede en tan corto espacio de tiempo, el presidente del Comité de Apelación ha decidido aceptar la petición de suspensión de las sanciones", expresa la UEFA.

Por lo tanto, la UEFA confirma que el partido se jugará en el Vicente Calderón, pero recalca que esto no significa que se haya "dejado de lado la sanción" y establece el próximo 31 de octubre como fecha para la vista en Nyon de la apelación presentada por la entidad, que sigue confiando en que la suspensión sea revocada, ya que consideran que la actuación policial fue impecable y que en ningún caso se produjeron incidentes racistas ni por parte del público ni del entrenador mexicano.

Además, la UEFA aprovecha para enfatizar que "los temas de seguridad, incluyendo la eficiente colaboración con la policía, están entre las más altas prioridades" del organismo y que hay "una política de tolerancia cero con incidentes relacionados con el racismo en el fútbol". Así, recalcan que "el partido estará bajo una vigilancia especial" y que "la UEFA estará lista para tomar medidas inmediatas si se producen incidentes".

El jefe ejecutivo del Liverpool, Rick Parry, se congratuló de la decisión. "Significa que nuestros aficionados pueden viajar al partido sin costes adicionales", afirmó.