El Éibar se reconcilió con el triunfo y de esa manera puso fin a su mala racha, a costa de frenar también la del Córdoba, en un partido muy igualado que decidió el local Txiki desde el punto de penalti.

El equilibrio de fuerzas se palpó desde el pitido inicial entre dos equipos decididos a plantear una dura batalla en el centro del campo y que apenas dejaron opción al contragolpe del rival por las muchas precauciones con las que afrontaron el compromiso.

Toquero y Asen fueron los primeros en rematar, aunque sin convicción, y la oportunidad real fue para el visitante Gaspar, con un disparo desde dentro del área que despejó con seguridad Zigor.

Cristian Álvarez también bordeó el tanto cordobesista, ya en el minuto 29, aunque falló en el lanzamiento, y tres minutos después la réplica local habría de ser determinante, porque Sutil fue derribado por Pierini dentro del área y el colegiado señaló penalti.

Txiki, con un potente disparo por el centro, alojó el balón en la red y dio al Éibar una valiosa ventaja con la que se fue a los vestuarios, consciente de que lo más complicado ya lo había conseguido.

En la segunda mitad el cuadro armero se aplicó en defender bien su renta y en neutralizar las acometidas de los visitantes, más por la inercia del resultado que por el juego desplegado.

Sin capacidad de creación y escasos recursos, el Córdoba se dedicó a enviar largos pelotazos en busca de la cabeza de Gastón Casas y del incorporado Yordi, aunque ambos casi nunca escaparon a la buena vigilancia de los centrales guipuzcoanos.

Tan sólo en el minuto 85 el cuadro de Jose González dispuso de una oportunidad para empatar, aunque Yordi disparó demasiado cruzado y ahí se difuminaron las posibilidades cordobesistas ante un Éibar preocupado porque no se produjera el fatal desenlace de quince días atrás contra el Albacete.