Tras sumar 50 puntos con su victoria frente al Celta (0-2), el Eibar no esconde su ilusión por pelear por los puestos europeos. Con esa misión jugará hoy en el Benito Villamarín ante un Betis que acumula tres derrotas seguidas y está inmerso en la inestabilidad.

El conjunto que dirige Víctor Sánchez del Amo, decimoquinto en la tabla, sigue una marcha vulgar en lo deportivo, faceta en la que sólo se salva por el hecho de que a falta de siete jornadas para la conclusión del torneo está a nueve puntos del descenso.

La única baja del Betis es la de Piccini, quien ya estuvo ausente ante Las Palmas por lesión y que esta semana se ejercitó al margen del grupo por molestias en los flexores de la cadera.

En relación a la alineación inicial que el técnico madrileño utilizó en Las Palmas podrían existir varios cambios con la idea de hacer reaccionar al equipo.

El Eibar, que concluyó la trigésimo primera jornada en la séptima posición, persigue un triunfo que le podría permitir escalar hasta la sexta plaza, algo insospechado cuando comenzó un campeonato liguero en el que su objetivo era la permanencia.

El conjunto eibarrés ha encadenado tres victorias seguidas (dos de ellas como visitante) ante el Villarreal (2-3), Las Palmas (3-1) y el Celta, y con esa inercia positiva intentará asaltar el feudo bético.

El Eibar es el quinto conjunto más goleador de Primera (52 goles a favor), sólo superado por los cuatro primeros clasificados -Real Madrid, Barcelona, Atlético y Sevilla- y espera mantener su racha ante un Betis que lleva recibiendo goles en 20 encuentros consecutivos, lo que también ha despertado las críticas entre los aficionados.

El entrenador del equipo vasco, José Luis Mendilibar, sufre cuatro bajas: las de los lesionados Rubén Peña, Arbilla, Fran Rico y Nano. El técnico recupera al extremo Inui y al defensa Lejeune, por lo que sólo cuenta con 18 futbolistas disponibles para su viaje a Sevilla.