Con el estilo estricto, sin concesiones, del departamento de relaciones públicas de los Lakers, auténtico tormento dentro de la NBA, Gasol sólo tuvo ocho minutos para ser amable y apenas poder decir que llegaba con el único objetivo de ganar y ayudar al equipo.

"Esta es una grandísima oportunidad en mi carrera, he visto cómo se abría esta puerta y estoy muy ilusionado. Es un paso al frente en mi carrera muy importante. Estoy deseando ayudar", declaró Gasol.

Sin embargo, Gasol, de 27 años, tiene todavía ligeras molestias en la espalda, y aunque ya acompañó al equipo en la sesión de calentamiento posterior a la rueda de prensa,no podrá jugar hoy con los Lakers, donde seguirá vistiendo el número 16, el mismo que tenía en Memphis.

Gasol, que en su presentación, celebrada en el Verizon Center de Washington, había despertado una gran expectación, reconoció que no estaba para jugar, pero que sí lo hará el martes cuando los Lakers se enfrenten a los Nets de Nueva Jersey.

“La verdad es que estoy ansioso y muy ansioso por comenzar a jugar, pero no creo que en este momento sea una ayuda en el campo, aunque les daré ya mi apoyo moral a mis nuevos compañeros", explicó Gasol.

Fue un acto sencillo en el Verizon Center, donde el equipo angelino juega ante los Washington Wizards, al que acudieron fotógrafos y periodistas. De momento, Gasol verá a los suyos pero no podrá jugar porque aún tiene molestias en la espalda. El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, desea tenerle cuanto antes.

Por su parte, Phil Jackson dijo que era un día muy especial para todo el equipo al recibir a un gran jugador y que aunque no iba a estar en el campo su presencia ya se hacia sentir en cuanto el buen ambiente que ha generado.

"Quería que jugase con nosotros, pero dadas las circunstancias es mucho mejor que descanse para que en los próximos días pueda conocer nuestro sistema y estar más identificado", comentó Jackson. "Lo importante es que ya sabe que lo hemos recibido con los brazos abiertos", manifestó.

Esa fue también la imagen que se vio cuando saltó al campo para hacer el calentamiento con sus nuevos compañeros, incluido la estrella del equipo, el escolta Kobe Bryant, más sonriente que nunca.