fútbol tercera división

El Guada se queda a medias (2-2)

  • Tras el 2-0 de la primera mitad, los azules pierden intensidad y el Ciudad de Lucena empata con toda justicia

El Guadalcacín, después de una primera mitad sobresaliente en la que cobró ventaja con los goles de Rosales y Canty, perdió sus señas de identidad en la reanudación y, como del día a la noche, acabó difuminado por un Ciudad de Lucena que, al contrario, fue de menos a más y acabó empatando con toda justicia. Fue un partido extraño por el reverso que mostraron ambos equipos, a modo de doctor Jeckyll y mister Hyde, con papeles intercambiados tras el intermedio y con desenlace incierto hasta el pitido final porque los aracelitanos se toparon con el larguero en dos ocasiones y los de casa tuvieron oportunidades para hacer el tercero antes y después de los dos goles visitantes. Un choque raro, y es que ni siquiera los entrenadores pudieron explicar la diferencia de sus respectivos equipos entre la primera, de claro color azul, y la segunda mitad, teñida de morado de principio a fin.

Fue mejor el equipo de Alberto Vázquez en la primera mitad, en la que tiró del repertorio que olvidó en la segunda: presión agobiante al rival, intensidad y acoso constante hasta el derribo visitante. Claro que la historia pudo ser otra si la vaselina de Juanse a los cinco minutos va con un poco menos de fuerza y en vez de estrellarse en el larguero acaba en las redes. El ex xerecista, cadista e industrialista aprovechó un mal despeje de Rosales para empalmar una volea desde la banda, a la altura de los vestuarios, que pilló adelantado a Lebrón, que tocó madera.

El susto no amilanó al Guada, que fue a lo suyo y dos minutos después Canty se revuelve al borde del área y su derechazo lo saca Jorge a córner, y luego a Juan Rosillo se le va fuera una vaselina sobre la salida del portero visitante tras asistencia de Juanjo. Empero, el meta visitante falló al cuarto de hora, cuando se colocó mal en una falta directa centrada -no pareció que existiese la infracción a Canty- que Rosales transformó en el 1-0, entrando el balón con potencia pero por el centro.

El gol agigantó a los azules y empequeñeció a los morados, que apenas llegaban al área de Lebrón con el partido claramente inclinado hacia la portería visitante. El Guada recuperaba el balón con tanta suficiencia como rapidez y obligaba al Ciudad de Lucena a atrincherarse atrás y al filo de la media hora, tras el enésimo robo, Juanan progresó por la izquierda y su envío al pico del área pequeña lo empalmó Canty a bocajarro elevando la ventaja de los locales.

Los cordobeses quedaron grogui tras el 2-0 y el último cuarto de hora fue un monólogo de los jerezanos, que percutían una y otra vez sobre la retaguardia visitante aunque Jorge evitó el tercero en la última llegada con claridad de los locales, una combinación entre Juan Rosillo y Canty que acabó con derechazo del primero que el arquero, con un paradón, desvió a córner.

Dicen los entrenadores que el 2-0 es el resultado más peligroso o traicionero en el fútbol, y el partido de ayer es buen ejemplo de ello. Como por arte de magia, las virtudes de unos y los defectos de otros cambiaron de vestuario en el descanso y la reanudación fue un calco de la primera mitad pero con los papeles intercambiados: a los azules se les apagaron las luces y se les encendieron todas a los morados.

Parte de culpa la tuvo la apuesta de Diego Caro, entrenador aracelitano, que cambió a los dos centrales y Facu y Dani Espejo dieron más movilidad, velocidad, ritmo y verticalidad a un Ciudad de Lucena que desde el primer momento salió a por todas, haciendo suyas las virtudes que habitualmente exhibe el Guada en el Fernández Marchán. La presión y la intensidad de los visitantes asfixió de tal manera a los locales que apenas hilvanaron tres pases seguidos y rápidamente el partido quedó inclinado hacia Lebrón, que hizo un paradón a disparo a bocajarro de Javi Henares, solo en el segundo palo, tras centro desde la derecha, por donde Juanse activaba a los suyos. Era el minuto 48 y el Ciudad de Lucena tocaba a zafarrancho de combate: Fede cruzaba en exceso un cabezazo en el segundo palo y tras un disparo lejano y desviado de Canty en la primera aproximación del Guada en la segunda mitad, a la hora de partido, los visitantes acortaban distancias a balón parado, en un cabezazo de Fran Lara en el segundo palo tras saque de esquina que entraba tras tocar en el larguero.

No supo -o no pudo- reaccionar el Guada, que ya veía las orejas -y los colmillos- al lobo: tres minutos después, Javi Henares remataba con la zurda lanzándose en plancha tras un centro desde la izquierda y el larguero volvió a salvar a Lebrón; luego, el que salvó al Guada fue Rosales, que sacó bajo palos un zurdazo de Joserra que había superado al meta jerezano (71').

Se veía venir el empate porque el balón era del Ciudad de Lucena: el Guadalcacín quería pero no podía pese a que Alberto Vázquez trató de hacer reaccionar a los suyos con Joselito por la banda izquierda y Pancy por delante de la defensa, porque las segundas jugadas y los rechaces estaban siendo casi todos para los morados pese al esfuerzo de Luis Castillo, Rodri y Juanjo, casi siempre en inferioridad y superados por el empuje visitante.

Y llegó el empate, jugada en la que Diego Galiano reclamó falta tras el bombeo desde la izquierda: el balón acabó en otro Diego, el visitante García, que agarró un derechazo cruzado desde fuera del área imposible para Lebrón.

Ahora sí que reaccionó el Guadalcacín, que se veía con tres puntos en el descanso y a cinco minutos del final peligraba hasta sumar uno: los azules equilibraron las fuerzas y trataron de irse arriba. A balón parado, Pancy tuvo un par de cabezazos pero la mejor ocasión fue ya en el descuento para Canty, que tras dejada de Rodri al borde del área se llevó el balón a trompicones y su disparo con la derecha salió rozando el poste.

Así acabó un partido en el que el Guada mostró dos caras, fue de más a menos, pudo ganar, también perder y acabó empatando, cuarta igualada consecutiva y sexta jornada sin perder. Y aunque el empate tras ventaja de dos goles sepa a poco hay que valorar el punto sumado, un pasito más hacia el objetivo de la permanencia. Y no hay tiempo para lamentarse de la ventaja de 2-0 perdida porque en una semana comienza otro ciclo de tres partidos en ocho días, con visitas a Gerena y Sanlúcar y el Puente Genil el día de Todos los Santos en el Fernández Marchán de Guadalcacín.

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