El piloto español de motos Cristóbal Guerrero continuaba al cierre de esta edición en riesgo vital, pero en condición estable en el Hospital de Copiapó (Chile) después de que el martes sufriera un accidente en la décima etapa del Dakar Argentina-Chile. Guerrero, malagueño de 48 años, se encuentra inconsciente en un coma inducido con fármacos y ayer se le practicó un nuevo escáner para observar su situación, que se mantiene estable dentro de la gravedad, aunque su evolución en las próximas horas será clave, según el facultativo. El piloto fue intervenido para colocarle un catéter en el cuello y otro en el interior del cráneo con el que se logró eliminar el edema causado por la acumulación de sangre en la parte superior de su cabeza.

Guerrero, que forma parte del Epsilon Team y participaba por primera vez en el Dakar, sufrió un accidente en el kilómetro 160 de la décima etapa de la carrera al protagonizar una caída que accionó su Iritrack de emergencia a las 12:38 horas (15:38 GMT) del martes. Fue socorrido sólo 28 minutos después por el helicóptero de la organización, que decidió suspender la 11ª etapa, prevista para ayer entre Copiapó y Fiambalá, debido a las "altas posibilidades de niebla" hasta el final de la jornada de ayer.

La familia de Cristóbal Guerrero partió ayer en dirección a Santiago de Chile para conocer de primera mano su evolución. Esposa, hijos y el hermano de Guerrero llegarán a la capital chilena en torno a las 11:00 horas de hoy y, se trasladarán al Hospital Regional de Copiapó, donde permanece ingresado el deportista, que sufrió un edema cerebral al golpearse la cabeza.

Tras la jornada del martes, que fue considerada la más dura de la competición, con 476 kilómetros cronometrados con salida y llegada en Copiapó, ayer, tras la cancelación de la etapa, los participantes viajaron de Chile a Argentina a través del Paso de San Francisco, a 4.700 metros de altura.