El Caja Laboral-Unicaja de la penúltima jornada del grupo E del Top-16 de la Euroliga se antojaba el día del sorteo como el plato fuerte para los dos conjuntos españoles en esta segunda fase. Sin embargo Vitoria acogerá esta noche (20:30, en directo por Canal 2 Andalucía y 00:40, en diferido por Teledeporte) un duelo casi intrascendente para los malacitanos, que con el sorprendente triunfo ayer del Lietuvos Rytas en la cancha del Panathinaikos precisan un milagro para estar en cuartos.

Definitivamente el Unicaja no está contando en su intento de resurrección con esa pequeña dosis de suerte que se precisa para revertir una situación preocupante. Con el recuerdo aún muy latente de esos nefastos 64 segundos de Sevilla del pasado domingo, cuando dejó escapar una victoria que parecía garantizada, el equipo malagueño tomaba ayer tierra en el aeropuerto de Sondika de Bilbao con otra mala noticia. Al poco de aterrizar, un vistazo al móvil confirmaba lo que muy pocos esperaban: el Lietuvos había ganado en el OAKA al Panathinaikos (67-68).

El equipo malagueño contaba con un triunfo griego que le permitiera recibir en la última jornada a un PAO ya clasificado como primero de grupo, lo que habría facilitado mucho las cosas en el intento por superar el Top 16, pero la victoria del Lietuvos Rytas complica ahora mucho más las cosas. De hecho, lo hace tanto que puede decirse que el Unicaja está virtualmente fuera de Europa independientemente de lo que hoy sea capaz de hacer en Vitoria. Si cae estará matemáticamente eliminado. Si gana, sólo le quedará agarrarse a un gesta muy poco probable.

El panorama ahora ha cambiado. Hay que olvidarse de los seis puntos de diferencia con los que necesitaba imponerse hoy para asegurarse el pase con una victoria por la mínima ante el Panathinaikos, aunque lo que no varía es que hace falta ganar tanto a vitorianos como a atenienses. Si se produce el triunfo malagueño en el Buesa Arena se llegará a esa última jornada con helenos y lituanos en cabeza con tres triunfos y cajistas y baskonistas tras ellos con uno menos. Y entonces se abrirían dos posibilidades para pasar. Y ambas son tan complicaas que la propia expedición del Unicaja casi mira ya más al partio de la competición doméstica.

Para los locales, un triunfo supone llegar vivo al último partido, el que le enfrentará al Lyetuvs, que se convertiría en una primera eliminatoria, ya que el vencedor seguiría adelante.