XEREZ | ÉIBAR· la crónica

Manita de maquillaje

  • Vuelta de tuerca El Deportivo, en una buena segunda mitad, niveló un 0-3 en contra y con uno menos por la expulsión de Yordi Experimento fallido Casuco se equivocó de salida y Antoñito arregló el descosido

Después de una hora de partido en la que las peores pesadillas tuvieron tiempo de merodear por Chapín, el Xerez fue capaz de tirar de casta, orgullo y espíritu colectivo para nivelar ante el Éibar un 0-3 y con un jugador menos por la absurda expulsión de Yordi, que vio la segunda tarjeta amarilla cuando sólo llevaba en el campo un cuarto de hora. Al ariete isleño le pudo más su corazón que su cabeza y se ganó una roja que pudo haberle hecho mucho daño a su equipo.

Fue un empate tan agónico como importante pero que a la postre sólo sirve para tapar las carencias de un equipo que está cogido con alfileres y que no da la sensación de tener los suficientes argumentos como para salir del pozo en el que se encuentra metido.

Las tablas ante el cuadro armero, si se analizan de forma fría, son engañosas y no otorgan demasiado crédito a un bloque que sólo funcionó cuando Casuco rectificó tras el descanso. El técnico azulino, al igual que en Castellón, jugó con fuego y casi se quema en el infierno.

Se volvió a perder en mil experimentos, en un intento por buscar un once de su agrado. Otorgó la responsabilidad del centro del campo a Benjamín y a Dani Zúñiga, inéditos hasta el momento como titulares, y los dos pusieron voluntad pero demostraron su falta de ritmo. 'Yordigol' esta vez se quedó en el banco en una decisión que enfadó a una grada de uñas con su equipo y con el entrenador. Adrián Martín actuó de enganche y al canario le costó entrar en el partido.

Pero a él y a todos sus compañeros porque en una primera parte para olvidar, de esas que pueden servir de modelo para lo que no se debe hacer sobre un campo de fútbol, todos se marcharon al vestuario con 0-2 en contra y con una bronca impresionante. Por primera vez en muchos años se volvió a oír en Chapín eso de 'estos jugadores no sienten los colores' o aquello de 'esta camiseta no la merecéis'.

Martino batió a Porato tras una falta muy bien botada desde la frontal del área superado el cuarto de hora y en una jugada en la que la fortuna se alió con los visitantes Nacho Insa hizo el 0-2.

Pero aún hubo más. La traca llegó nada más arrancar la segunda parte, ya con Yordi y Samuel en el campo. Portela agarró de forma infantil a Nacho Insa y le tiró en el área. El árbitro no dudó en señalar la pena máxima. Goiria hizo el 0-3 en el minuto 54.

Casuco quemó su último cartucho y se encomendó a la magia del siempre criticado y sacrificado 'Romario del Polígono' para arreglar el desaguisado. Esta vez Antoñito no falló. Se echó el equipo a sus espaldas, sacó lo mejor que lleva dentro, fue ese jugador desequilibrante que le llevó a triunfar en Primera y se metió a la afición en el bolsillo.

Nada más salir, provocó un penalti que Yordi, aún en el campo, aprovechó para hacer el 1-3. Todo empezaba a mejorar, pero Yordi perdió los nervios y dejó a su equipo con diez.

Ya no importaba nada, el equipo estaba lanzado incluso con un jugador menos. Antoñito aprovechó un centro de Portela para poner el 2-3 y, aún con tiempo por delante para la remontada, los pitos se convirtieron en gritos de ánimo para los futbolistas.

La guinda al pastel la puso Adrián Martín después de una bonita acción del delantero sevillano, que fue más listo que los defensas armeros. 3-3. Increíble pero cierto. El equipo azulgrana dejaba escapar dos puntos que ni en sueños pensaría que se le iban a escapar. Vamos, que a Javier Mandiola seguro que le entraron ganas de mandar a Éibar a pie a más de un futbolista después de lo que hizo su equipo en la segunda mitad. Del infierno se pasó a la gloria. El Éibar no entendió que jugaba con un futbolista más y al final sufrió para sacar el punto.

De todos modos, el Xerez, al margen de ese ataque de orgullo y acierto en la recta final, hizo lo de casi siempre en las últimas seis jornadas, en las que sólo ha sumado cuatro puntos. El Deportivo sigue fallando en defensa y sigue mostrando carencias que o las corrige pronto o cuando se vaya a dar cuenta puede ser demasiado tarde...

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