Marc Márquez y Dani Pedrosa entrenan hoy y mañana en el Circuito de Jerez a puerta cerrada: ni prensa ni aficionados podrán acceder al trazado jerezano para unas pruebas de Honda que se antojan trascendentales para el Mundial 2017, de ahí el secretismo y el mutismo con el que se presenta HRC (Honda Racing Corporation) a estos ensayos: el caballo de batalla parece ser la estabilidad de la RC213V con el motor nuevo, de ahí que estas pruebas en Jerez se presuman decisivas para elegir y escoger la configuración definitiva con la que el equipo oficial de la fábrica del ala dorada acometerá el Campeonato del Mundo MotoGP.
Tras las pruebas en Australia parece claro que HRC ha escogido la configuración de motor denominada big bang (con los cilindros trabajando a pares en vez del screamer, en el que los cilindros trabajan individualmente), pero hay margen de tiempo para pulirla y ajustes que realizar, de ahí que Honda haya decidido gastar dos de los cinco días de entrenamientos privados de que dispone ahora en Jerez, en un circuito mixto -un par de rectas largas con muchas curvas- y un asfalto similar al de otras pistas mundialistas, razón por la que descartaron Sepang.
Jerez será, por tanto, el banco de pruebas en el que Honda analice la fiabilidad del nuevo motor en simulacros de carrera y Márquez y Pedrosa testen la estabilidad de la moto y corrijan errores antes de los últimos entrenamientos oficiales de la pretemporada, en Losail poco antes del inicio del Mundial en Catar. Si en Jerez hubiese problemas, Honda todavía tendría margen de tiempo para más pruebas y acabar de pulir errores aunque la intención es confirmar en el trazado andaluz las buenas sensaciones apuntadas en Australia.
La prueba del nuevo propulsor de Honda en Jerez han levantado expectación por todo el paddock de MotoGP, sobre todo por ver la respuesta que el Repsol Honda Team es capaz de dar a la refrescante irrupción de Maverick Viñales a lomos de la Yamaha, que augura un campeonato de nuevo de lo más apasionante.
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