Las Palmas mantiene su racha positiva al derrotar al Alavés en un partido trascendente, debido a que el equipo canario queda muy cerca de alcanzar el objetivo de la permanencia y su oponente se complica la vida.

El conjunto insular completó una primera mitad en la que dejó el resultado encarrilado. Sus jugadores aprovecharon las dudas de unos rivales que únicamente tuvieron entereza en los primeros minutos; luego cedieron la iniciativa y acabaron encerrados.

Las Palmas abrió pronto el cerrojo. Tras un aviso en el que Marcos Márquez no pudo conectar un centro de Adrián desde la izquierda, una indecisión defensiva vitoriana permitió a Sergio Suárez cabecear a placer un medido -servicio de Nauzet Alemán- y sorprendió a Bernardo con un testarazo imparable.

Ese gol permitió a los amarillos jugar a placer, sin pasar agobios atrás, pese a que la prematura lesión de Samuel obligó a retocar la zaga. La afición isleña disfrutó con la labor de sus futbolistas, quienes salieron al campo mentalizados para no fallar en una cita clave para su permanencia.

La insistencia alcanzó su premio a 10 minutos para el descanso. Sergio Suárez, de nuevo en el sitio apropiado, aprovechó un mal despeje de Edu Alonso, quebró a un rival y enganchó un excelente disparo que acabó en la red.

Tras el descanso, a Las Palmas le tocó pasar más apuros de los previstos. Nada más reanudarse el juego, Sergio Rodríguez acortó diferencias.

Con la incertidumbre metida en unos y otros, Trashorras (58') anotó y el árbitro invalidó la acción, y Marcos Márquez malogró una otra oportunidad más tarde.

En el minuto 69, Mena estuvo en un tris de culminar la reacción del Alavés, pues realizó una gran jugada individual que no acabó en gol de milagro.

Los últimos instantes se convirtieron en un acoso visitante hacia la portería de Santamaría, aunque con más amagos que peligro real. En ese devenir postrero, Adrián, en una contra, casi incrementa la renta local.