Balonmano l Campeonato de Europa

Paso atrás frente a Francia con final cargadísimo de emoción

La selección española arrancó la segunda fase del Campeonato de Europa con una derrota (27-28) ante Francia, en un encuentro en el que España desperdició un último balón para haber logrado un empate que hubiera situado al equipo nacional en una buena situación para llegar a semifinales.

Sin embargo, la imprecisión que lastró el juego del conjunto español en la segunda mitad impidió que tan siquiera, pese a contar con dos atacantes más sobre la pista, tras exclusión de Girault y la presencia de Romero como portero jugador, tuviese la oportunidad de lanzar.

Un mal pase de Roberto García sepultó las esperanzas españolas pues ante Francia encaraban un examen para conocer si los pupilos de Juan Carlos Pastor pueden aspirar realmente al oro o no.

La solidez del conjunto galo, que al menos de inicio penalizó cada uno de los fallos de la selección, impedía a España cometer la más mínima imprecisión, un requerimiento que no está a la altura de cualquier equipo.

Pero España, al menos de inicio, sí lo estuvo y recurriendo al mismo juego pausado y elaborado que utilizó para destrozar en ataque a Alemania se colocó rápidamente con ventaja en el marcador. La brillantez por el bando galo la aportó Narcisse, que con sus seis tantos permitió a su equipo marcharse al descanso con empate (15-15) en el marcador.

Karabatic apareció en los primeros compases de la segunda mitad para disparar por primera vez la ventaja de Francia a unos inquietantes tres goles. La diferencia creció hasta que una reacción española reinstauró los tres tantos (23-26) a diez minutos para el final. Un error de Romero al lanzar un penalti con 25-27 no fue sino el inicio de un buen puñado de oportunidades perdidas, hasta llegar al despropósito final, que impidieron la remontada.

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