La jornada de ayer no dejó sorpresas demasiado decisivas pese a que algunas de las grandes selecciones sigue mostrando carencias preocupantes de cara a la cita mundialista. Los grandes encuentros no dejaron enormes huellas de calidad, mientras que los obligados a no derrumbarse cumplieron con mínimas que evitaban un descalabro latente.

Todos apuntaban con el dedo al Alemania-Rusia como el partido más atractivo del sábado, y terminó siendo uno de ellos. El equipo de Löw pasó por encima de Rusia (2-1) y confirmó su liderato al frente de su grupo. Podolski y Ballack hicieron los goles en el primer tiempo para los locales, mientras que Arshavin acortaba distancias en una segunda parte en la que el cansancio hizo mella en ambos equipos.

Otra de las citas más esperadas es la que medía a Rumanía y Francia, encuadrados en el grupo 7 con mucho déficit de puntos. Se encontraban dos entrenadores cuestionados y se fueron a casa con un empate a dos que supo mejor a los franceses, que perdían 2-0 en el minuto 17. Ribery y Gourcuff tuvieron que acudir al rescate, aunque resulta dudoso que la cabeza de Domenech vaya a resistir mucho más. En ese mismo grupo Serbia se aupó al liderato aprovechando su victoria ante Lituania y el empate de Austria en las Islas Feroe, selección que lograba puntuar por primera vez en tres años.

En el grupo 8, Italia volvió a dejar muestras de debilidad pese a estar por encima de sus rivales y empató ante Bulgaria a domicilio sin goles. Con la presencia de Gilardino y Di Natale en una delantera poco frecuente, el equipo italiano se mostró incapaz de doblegar a un equipo búlgaro liderado por Petrov y Berbatov.

También apuntaban las miradas a la nueva Inglaterra de Fabio Capello. Lo hacían a la espera de saber qué pasaría con el regreso a la titularidad juntos de Gerrard y Lampard tras buenos resultados con uno de ellos fuera. El 5-1 final ante Kazajstán eclipsó al crudo empate a cero con el que se llegó al descanso, aunque la calidad de Rooney, autor de dos goles, desequilibró finalmente el encuentro a favor de los ingleses, muy superiores a su flojo adversario.

Por último, mención especial al grupo 1, en el que Suecia y Portugal, o mejor dicho Ibrahimovic y Cristiano Ronaldo, se retaban a imponer la mayor cantidad de calidad posible. El resultado lo dijo todo: un empate a cero que reflejó la impotencia de ambos de llegar a crear ocasiones de gol.

Holanda y Grecia, en sus respectivos grupos, dejaron los triunfos más claros de la jornada y ven más cerca Suráfrica.