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Providencial Ponce

  • El Conil se libra en el 95' de sufrir su 1ª derrota en casa

Crespo pelea por la posesión del balón con un jugador de la Valverdeña.

Crespo pelea por la posesión del balón con un jugador de la Valverdeña. / aragón pina

Un Conil que rindió muy por debajo de sus posibilidades estuvo ayer a tan solo unos segundos de sufrir la que hubiera sido su primera derrota de la temporada en el Pérez Ureba, algo que impidió, para cierto alivio de la afición local, el gol conseguido por Fran Ponce en la última acción de un encuentro en el que la calidad no hizo acto de aparición por parte de ninguno de los dos bandos.

El adjetivo que mejor se le puede adjudicar al juego ofrecido por los jandeños y la Valverdeña es el de soporífero. Mientras los pupilos de Javier Zafra actuaron desde el principio hasta el final con más corazón que cabeza, los onubenses entraron en el terreno con una clarísima consigna, la de practicar una defensa numantina que evitase las llegadas de los amarillos a las inmediaciones de la portería visitante. Para colmo, los anfitriones mostraron una vez más la falta de precisión rematadora de los últimos tiempos en las escasas oportunidades de que dispusieron.

Nadie había creado aún peligro cuando en el minuto 22 Jesús cayó dentro del área conileña y el árbitro pitó penalti, decisión rigurosa que fue protestada por los jugadores locales. Cata lo ejecutó por el centro para abrir el marcador.

El Conil movía el balón de lado a lado, sin la profundidad necesaria para hacer daño, lo cual provocó que su único acercamiento digno de reseñar antes del descanso acaeciera en el 36. Un servicio de Brahim a De Gomar acabó con un disparo rozando el travesaño. El muchas veces infalible Joselito Cornejo desperdició una ocasión de modo incomprensible al mandar desde el interior del área pequeña un tiro flojito a las manos de Nacho.

Los cinco minutos de prolongación, en superioridad numérica, fueron de acoso insistente y eso sirvió para salvar un punto al rematar Fran Ponce, con el pie y a bocajarro, un centro de Rafa Marín.

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