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Punto estéril para el filial

  • El Xerez B se queda a diez puntos de la salvación a seis jornadas del final tras no poder con el Mairena en La Juventud en un choque con pocas ocasiones y en el que Toni salvó a los locales en el minuto 87

El Xerez B no pierde pero tampoco gana, lo que es bien poco vistos los agobios del filial en la tabla: colista y a once puntos de la salvación antes del partido de ayer, sumar un solitario punto es escaso botín para un equipo que ya hace muchas jornadas está obligado a sumar de tres en tres, por lo que el empate no hace sino prolongar la agonía y se antoja como un resultado del todo estéril que no hace sino complicar un poquito más el ya de por sí negro panorama de los azulinos, ahora a diez puntos de la permanencia con tan sólo seis jornadas por delante.

Al filial se le escapó ayer una vez más una buena ocasión, pero el Mairena resultó un hueso muy duro de roer y prácticamente no concedió oportunidades a los xerecistas. Lo cierto es que fue un partido muy intenso y disputado, bien trabajado y peleado por azulinos y blanquinegros y con escasas ocasiones, de ahí que el empate se antoje como justo.

En efecto, el Mairena tiró de experiencia y saber estar y desde el primer momento se plantó bien atrás; con viento a favor, el Xerez B dominó un poco más y lo intentó, consciente de lo que se se jugaba, pero los visitantes concedieron pocas ocasiones claras.

Pasado el cuarto de hora, una falta botada por Carlitos la cabeceó Juanjo y el balón salió rozando el palo, mientras que el Mairena sólo se dejó ver en una doble ocasión en la que se topó con Toni; en el minuto 22 desvió a córner un cabezazo de Uriel, y el siguiente saque de esquina volvió a cabecearlo Uriel en el segundo palo a la cepa del poste, donde Toni volvió a meter la mano para despejar a córner, tercero consecutivo que se lanzó sin consecuencias.

El filial no cejaba en su empeño y en una contra en el minuto 42, un buen centro de Ántoni al segundo palo no pudo rematarlo César, que acabó dejándose atrás el balón -quizás el viento varió la trayectoria del esférico- y pese a su escorzo no llegó a conectar bien con el balón, con lo que se perdió una de las escasas llegadas en las que el filial cogió las espaldas a la baqueteada y casi siempre bien colocada defensa visitante.

Antonio Puche decidió arriesgar un poco más en la segunda mitad y metió toda la artillería que tenía en el banquillo: Añón, Juanito Rosillo y Tete, que capitalizó las mejores acciones del filial en la segunda mitad hasta que la defensa alcoreña dijo basta y se empleó a fondo para frenar a base de faltas al pequeño exterior xerecista, que aún así lo intentó una y otra vez.

Mientras el Mairena se reforzaba en la parcela ancha, las correrías de Tete por la izquierda estuvieron a punto de dar fruto en el minuto 59, con una asistencia a Carlos cuyo centro chut casi desde la línea de fondo y con Marcos tapando hueco salió rozando el larguero sin que Ántoni pudiese rematar en el segundo palo.

Toni volvió a aparecer en el minuto 68 para sacarse el balón de cima en una falta al borde del área lanzada por Gonzalo con muy malas ideas, y salvó al filial en el minuto 87 en la mejor ocasi ón del partido, cuando Chema, en un barullo en el área, se encontró el balón a dos metros de Toni, que sacó con la rodilla el remate en una parada de balonmano.

No hubiera sido justo el gol mairenero y el partido acabó como merecía, con empate sin goles, resultado que sirve de poco o casi nada a un filial que no jugó mal pero adoleció de falta de profundidad y pegada, carencias que se agravan por la clasificación, y es que el farolillo rojo sigue quemando al Xerez B.

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