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Robben, en plan estrella

  • El holandés vuelve a liderar en Mallorca un triunfo del Real Madrid, tercero consecutivo y que le sirve para colocarse segundo en la clasificación liguera

El Madrid y especialmente el holandés Arjen Robben, imparable mientras estuvo en el campo, no tuvieron piedad del Mallorca, en la primera victoria madridista como visitante desde el 19 de octubre, la tercera consecutiva, que le sitúa segundo en la tabla.

Robben marcó el primer gol, estrelló un disparo en el palo (64') y volvió loca a la defensa del Mallorca, reforzada para la ocasión con tres centrales. Raúl González celebró su partido número 500 en la Liga con un gol de tacón y Sergio Ramos anotó el tercero, reeditando el arquero de Kiko Narváez con la celebración de su gol.

El Madrid tuvo una tarde plácida en la isla e incluso, su triunfo, el undécimo en la temporada y el cuarto lejos del Bernabeú, pudo ser más abultado. Dos de sus fichajes en el mercado de invierno, jugaron en Palma, Laas fue titular y Huntelaar entró en la segunda parte (73') sustituyendo a Raúl.

El partido comenzó con todas las miradas puestas en Arjen Robben. Bastó que el holandés tocara el segundo balón de la tarde para encender las alarmas en el campo y en las gradas. Manzano no diseñó un plan específico para anularle, pero sus jugadores fueron aleccionados de que cada vez que entrara en acción, había que estar muy pendientes.

Y Robben, pese a todo, la armó. Era el minuto 2, y el holandés ya marcaba tras un pase de Raúl. En 120 segundos había destrozado el súper esquema defensivo de Manzano, que por primera vez alineó a tres centrales: Iván Ramis, David Navarro y Nunes.

Pasado el cuarto de hora Raúl marcó con una vistosa espuela para celebrar por todo lo alto su partido número 500 en la Liga y dejar el partido casi visto para sentencia.

El Madrid tampoco estuvo por la labor de arriesgar en exceso, al menos, tras el cómodo 0-2. Con Robben como argumento disuasorio de lujo, los de Juande Ramos esperaron su oportunidad para marcar más goles armados de paciencia.

Con el 0-2, había que quemar las naves, pero eso, frente a un equipo como el Madrid, puede pagarse muy caro. Sergio Ramos puso la guinda al pastel para un conjunto blanco que ganó en la capital balear casi sin despeinarse. Eso sí, dejó al Mallorca hundido en el fondo de la tabla, y lo que es peor, visto su juego de esta tarde, con muy pocas expectativas de que su situación mejore. El partido no fue vistoso pero sí práctico para el Madrid.

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