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Fútbol l Copa del Rey

Rodillo pese a las rotaciones

  • El Barça encarrila el pase a cuartos con exhibición y 'hat-trick' del argentino Messi

El Barcelona exhibió una aplastante superioridad en el estadio Vicente Calderón, donde anuló a un decepcionante Atlético de Madrid y prácticamente sentenció su billete para los cuartos de final de la Copa del Rey con comodidad y con tres goles del argentino Leo Messi, imparable para los locales.

De entrada, la baja del argentino Kun Agüero por una faringitis, aunque tampoco iba a ser titular por decisión del mexicano Javier Aguirre, o la suplencia de Ujfalusi ya parecían una ventaja para el Barcelona, que, por mucho que Guardiola diera descanso a Eto'o, Valdés o Xavi y contara con las ausencias de Puyol, Márquez y Hleb, tiene un plantilla amplísima.

Sin esos futbolistas, muchos de ellos claves en la imparable trayectoria azulgrana esta temporada, el equipo del Barça era de máximas garantías. Estaban el argentino Leo Messi, Andrés Iniesta, Bojan Krkic, el brasileño Dani Alves o el marfileño Yaya Touré, aunque Guardiola prescindió en el once del francés Thierry Henry.

El Atlético, a pesar de la ausencia de Agüero, también tenía argumentos en ataque con el argentino Maxi Rodríguez, el portugués Simao y el uruguayo Forlán, pero con las dudas que ofrece su fragilidad defensiva, ayer sin Ujfalusi, el más regular de su zaga y relegado al banquillo.

Por ahí, por su zona de atrás, le surgen muchos problemas al conjunto rojiblanco. Una pared en la banda derecha entre Messi y Alves le bastó para desmontar a la defensa local y dejar solo al extremo argentino. No dudó con un disparo raso para batir a Coupet. El 0-1 dejó en anécdota el prometedor arranque del Atlético, con ocasiones fruto de la movilidad de Forlán y la rapidez de Simao.

Y ahí, con ventaja en el marcador, el Barcelona, dueño absoluto del centro del campo, jugó con el balón. Con su precisa, y desquiciante para el rival, movilidad de la pelota vivió una transición plácida hacia el descanso.

No cambió el partido en el inicio de la segunda parte. El Atlético, sin opción, asumió su inferioridad, aún más cuando un centro de Dani Alves por la derecha acabó en penalti de Heitinga, por enésima vez este curso, cuando Messi acudía a un remate cómodo para el 0-2. El argentino no falló.

Ese gol dejó al equipo rojiblanco, que además se quedó con un hombre menos por la expulsión del central holandés, aún más impotente. Sólo la entrada del argentino Ever Banega dio claridad al juego del equipo rojiblanco, sin demasiada brillantez pero suficiente para recortar distancias.

Era una ilusión ficticia, que aumentó con una ocasión de Maxi Rodríguez detenida por Pinto, pero que desapareció con una genial jugada posterior de Messi, que tras regatear a tres rivales lanzó al larguero -recibió los aplausos del Calderón- y a renglón seguido dejó sentado a Coupet y firmó el 1-3.

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