El puño de la UEFA golpeó con toda virulencia al Atlético de Madrid al cerrar su estadio por dos partidos, sancionar con dos encuentros de suspensión al técnico mexicano Javier Aguirre y dejar a Fernando Torres sin su ansiado regreso a la que fue su casa.

El comité de control y disciplina de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) cerró el Vicente Calderón por dos encuentros, más otro condicionado, por los insultos racistas y los disturbios registrados el 1 de octubre en el encuentro de Liga de Campeones ante el Olympique de Marsella. El partido condicionado queda a expensas de que el estadio no registre incidentes en los próximos cinco años. Además, la UEFA añadió una sanción de 150.000 euros.

De esta forma, el Atlético no podrá jugar los dos próximos encuentros como local del máximo torneo continental, frente al Liverpool el 22 de octubre y al PSV Eindhoven el 26 de noviembre. Tendrá que disputarlos en un estadio situado a más de 300 kilómetros de la capital española.

La UEFA justifica la sanción por la deficiente organización del partido y por la conducta antideportiva e impropia de los aficionados locales, a los que acusó de actitudes racistas. Los incidentes comenzaron en los prolegómenos del encuentro jugado entre el equipo español y el francés, correspondiente a la segunda jornada de la Liga de Campeones, y finalizado con triunfo local por 2-1. La policía española cargó enérgicamente contra los hinchas visitantes, que ocupaban la grada alta de uno de los fondos.

El portavoz de la UEFA, William Gaillard, consideró "inaceptable" la acción policial, pero repudió sobre todo los gritos racistas contra algunos jugadores negros del Olympique. "Hacía falta una sanción ejemplarizante", dijo Gaillard en emisoras de radio de Madrid y Londres. El presidente de la UEFA, Michel Platini, puso en marcha una campaña de "tolerancia cero" con las manifestaciones racistas y el Atlético sirvió de ejemplo de la dureza que mostrará el organismo en adelante. "Esos gritos están certificados por informes del delegado de la UEFA, testigos independientes y grabaciones", explicó Gaillard, que aseguró que no hubo "ninguna confusión" con los cánticos de apoyo a Sergio Agüero, al que la afición rojiblanca anima gritando "Kun, Kun, Kun".

Los argumentos provocaron perplejidad entre los dirigentes del Atlético de Madrid. Según aseguran los dirigentes españoles, los principales incidentes llegaron por el comportamiento de los hinchas franceses y el árbitro del partido no incluyó ninguna mención en el acta.

El Olympique de Marsella se quejó ante la UEFA del trato recibido por sus seguidores, así como de los insultos racistas recibidos por parte de la hinchada atlética.

La UEFA también actuó de forma implacable contra Aguirre por conducta contraria al artículo 5 de la reglamentación, tras insultar presuntamente a jugadores marselleses. Aguirre no podrá estar con su equipo ni durante ni después de ambos partidos de suspensión, ni siquiera en zonas como el túnel, el área técnica o los vestuarios. También tiene prohibida comunicarse con ellos. El Atlético piensa apelar el castigo.