El Valladolid mereció golear al Almería pero esperó hasta el último instante para ganar un partido en el que se hartó de fallar ocasiones, entre ellas un penalti, y en el que volvió a evidenciar que necesita atacar mucho para marcar, algo que ayer hizo Jonathan Sesma, en el minuto 92, lo que convirtió Zorrilla en un festín, celebrando una salvación que no es matemática.

La primera opción seria fue del Valladolid, con un posible gol olímpico de Víctor que el árbitro, Ayza Gámez, no concedió (26'). Luego llegaron muchas ocasiones más falladas por los pucelanos.

El asedio local se acentuó en los últimos minutos del encuentro, pero no fue rentable hasta que el centrocampista canario Jonathan Sesma, con un disparo desde fuera del área, marcó y casi selló la salvación del equipo de Mendilibar. Era el minuto 92 y, a partir de ese momento, Zorrilla fue una fiesta, puesto que tras ascender a Primera van a lograr mantenerse con una buena campaña.