La Balompédica sigue ejerciendo de monarca en el grupo décimo. Ayer ratificó su condición de primer clasificado con una victoria de las de antes: ante un magnífico equipo, bajo una lluvia pertinaz y en un partido intenso a más no poder y con ciertas dosis de emotividad. Un duelo impropio de esta Tercera actual, tan plana. Un encuentro que recordó tiempos en los que en fútbol de esta categoría estaba preñado de muchas cosas que hoy se echan en falta. Una victoria, la de la Balona, que pone de manifiesto que los de Escobar van en serio en sus dos tareas: acabar primeros y terminar de reconquistas a una afición que cada vez de forma más patente va volviendo al estadio.

La Balompédica hizo valer su ventaja, actuó como un equipo con oficio y a base de presionar y correr sin descanso, enmarañó el fútbol de un rival que fue incapaz de contactar una sola vez con Carrión. Fue la Balona, la que a chispazos, incluso pudo estirar la brecha, pero tampoco hubiese sido justo que el San Fernando se hubiese llevado un castigo más severo.