Deportes

Un Xerez de carnaval

  • Un calamitoso arbitraje de Pérez Lasa, unido a un encuentro infame en defensa sentencian a los azulinos en Riazor. El equipo recibe dos goles en seis minutos y sólo disparó dos veces entre los tres palos en todo el partido

Todos los méritos contraídos por el Xerez de Gorosito en estos últimos partidos se cayeron ayer de un plumazo en Riazor con el que ha podido ser uno de los peores partidos del equipo esta temporada. Los azulinos volvieron a ser ese equipo sin alma que no hace mucho pululaba por los campos de Primera. Ni siquiera su extremada posesión de balón, quizás la más alta de todo el año, ni el cincuenta por ciento de efectividad (dos tiros entre los tres palos, un gol) le sirvieron para sacar algo de La Coruña.

Y es que lo de ayer fue un esperpento con todas las letras. El Xerez recuperó su temerosidad, bajó los brazos casi desde el primer momento y perdió todas esas virtudes mostradas desde que el Pipo llegó al banquillo, es decir, la presión, la verticalidad y las ganas de progresar.

Si se quiere buscar excusas hay que decir que enfrente tuvo a un árbitro malo de solemnidad, un árbitro que barrió siempre para casa y castigó al colista sin ningún pudor. Posiblemente el penalti al inicio de juego fue un descaro, pero había 89 minutos para arreglar el desaguisado y no se aprovechó. Es más, el Xerez se autoejecutó con un segundo gol que no se ve ni en Primera Andaluza.

La falta de convicción que desprende el equipo es total y sólo los aficionados del Dépor, que corearon al término del partido 'Es de Primera, el Xerez es de Primera', cree en una salvación cada vez más difícil.

Cuesta creer que un equipo profesional salga al terreno de juego con tan poca sangre. Como ha venido ocurriéndole al Xerez en sus últimos partidos, los de Gorosito salieron pensando en las musarañas, mirando lo bonito que es Riazor o yo no sé qué, pero lo cierto es que cuando fueron a darse cuenta de que el partido había empezado ya les habían endosado dos. El Deportivo de la Coruña apenas tuvo que esforzarse para ponerse, en sólo 6 minutos, con dos goles a favor. Ver para creer.

El cronómetro no había superado aún el primer minuto cuando Guardado metió un balón al segundo palo y allí Moreno cometió un penalti riguroso sobre Riki. Pérez Lasa, que estaba a escasos metros, no lo dudó y señaló la pena máxima. Agarrón hubo, pero si se pitan todos esos agarrones durante un partido... Renan adivinó su intención pero no pudo evitar el 1-0. De nuevo se repetía la historia de San Mamés.

Sin embargo, la cosa no quedó ahí. El equipo bajó los brazos, al igual que ante el Real Madrid, y no reaccionó, regalando a su rival un segundo gol cinco minutos después. Esta vez fue Leandro el que no midió bien al cruce, y Riki no perdonó en el mano a mano.

En un abrir y cerrar de ojos el Xerez perdía 2-0 y lo peor aún, sin que el Deportivo hubiese forzado la máquina. Sólo se había limitado a aprovechar la solemne caraja del colista y la 'ayudita' arbitral.

El panorama no era nada halagüeño, todo lo contrario, se mascaba la tragedia. Pero no, a los azulinos, ya sin Gorosito en el banquillo porque fue expulsado por protestar la pena máxima, les salvó la escasa ambición de los gallegos, que a partir de entonces se echaron a dormir. Arropados atrás y con todo el equipo por detrás del balón, los de Lotina dieron la posesión al Xerez, que no obstante, se estrellaba una y otra vez con la barrera blanquiazul.

Las imprecisiones se convirtieron en la tónica reinante en uno y otro equipo aunque fue Riki quien a los siete minutos pudo hacer el tercero pero se entretuvo en regates imposibles.

El paso de los minutos invitaba a la desesperación en los xerecistas. Nadie pedía el balón, Víctor Sánchez no aparecía y Gorosito, ya desde el palco, tampoco consideraba modificación táctica alguna pese a que su equipo perdía 2-0.

A falta de siete minutos para el final y en el primer tiro entre los tres palos, Bermejo cabeceó a la red un centro mordido de Víctor Sánchez batiendo a Aranzubía. El gol abría la puerta de la esperanza para la reacción.

Incluso hubo tiempo para algo más pues a poco del final Momo botó una falta en la frontal que el meta local atrapó en una bonita palomita.

El inicio del segundo periodo coincidió con un Xerez algo más vertical. La aparición de Víctor Sánchez en mediocampo habilitó una mejor conexión con la gente de ataque. Sólo fue un espejismo porque pasados los primeros cinco minutos fue el Dépor quien estuvo a punto de sentenciar en dos arreones. Primero con una acción de Guardado que paró Renan y cuyo rechace no lo pudo rematar Iván Pérez, y posteriormente (minuto 65) en un zapatazo seco de Juan Rodríguez al travesaño.

Viendo la papeleta, Gorosito buscó más poder ofensivo con Alustiza y minutos más tarde con Viqueira, quien realmente dio criterio al juego del Xerez. De cualquier forma, el técnico argentino apenas arriesgó y pese al 2-1 y la necesidad imperiosa que tiene este equipo de ganar, apenas modificó el dibujo táctico y ni siquiera sacrificó a ningún defensa.

De aquí al final el partido fue un querer y no poder por parte de los azulinos, que sólo se acercaron con cierto peligro al marco de Aranzubía en una volea alta de Mario Bermejo, uno de los futbolistas más destacados del encuentro.

El Dépor, por contra, dispuso de alguna ocasión más, sobre todo una clara de Juca que se marchó a la izquierda de la portería de Renan y un par de aproximaciones de Valerón y Adrián, que no acabaron en gol por puro milagro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios