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Un 'caño' para sacar los colores

  • K.O. Una genialidad de Ibagaza y las paradas de Moyá elevan a 15 años el mal fario del Madrid en la competición Inmerecido El equipo de Bernd Schuster brilla en el juego, pero echa en falta su pegada

Las paradas de Miguel Angel Moyá y una genialidad de Ibagaza fulminaron al mejor Real Madrid de la temporada, que brilló en su juego pero echó de menos su pegada letal para aumentar a quince años su mal fario copero.

El Real Madrid suspendió, una temporada más, su asignatura pendiente, la Copa del Rey. El equipo de Bernd Schuster fue víctima de su propia medicina. Se topó con un portero que emuló los milagros de Iker Casillas y perdonó un arsenal de ocasiones para dejar de soñar con el triplete a las primeras de cambio.

Y eso que el conjunto madridista firmó uno de sus mejores partidos de la temporada, pero se topó con Gregorio Manzano, un técnico que tiene tomado el pulso a la competición del k.o. Soportó el vendaval de fútbol blanco de la primera mitad. No se descompuso pese a mostrar un Real Mallorca desconocido, miedoso, que apenas cruzó el medio campo. Y mató en el momento clave del duelo.

Todas las miradas se dirigieron de inicio al colegiado del partido: Luis Medina Cantalejo. El fútbol se abrió paso para hacer olvidar la polémica. Presión, toque y esfuerzo máximo en cada balón hicieron al Real Madrid dominador total del tempo del partido. Schuster volvió al doble pivote, con Gago y Guti, que generaron fútbol a raudales.

Manzano reaccionó en el descanso. Dio entrada a Ibagaza y el Real Mallorca aumentó su tiempo de posesión del esférico. El Real Madrid se encomendó a Van Nistelrooy primero y posteriormente a Robinho.

Los minutos pasaban y la máxima del fútbol planeaba el Bernabéu. Quien tanto perdona al final lo paga. En esta ocasión la jugada fue en contra del Real Madrid por un grave error de Fabio Cannavaro, que no desvió un pase largo que pinchó Ibagaza y con una genialidad se la picó a Dudek para matar la eliminatoria a siete del final.

La desesperación madridista era el reflejo de las últimas catorce eliminaciones coperas. Lo rondó el modesto Alicante y el Mallorca de Manzano termina sacándose una espina del Santiago Bernabéu, curiosamente en su peor encuentro, para asestar el primer palo a Schuster.

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