La intensa lluvia que cayó por la mañana y por la tarde en el circuito de Cataluña impidió ayer a los ocho equipos que habían programado entrenamientos completar su trabajo, ya que la mayoría del tiempo han tenido sus monoplazas guardados en el garaje a la espera de que remitieran las fuertes tormentas.

Por la mañana, los vehículos apenas pudieron salir a rodar a excepción de las primera horas, en las que el australiano Mark Webber (Red Bull) logró un registro de 1:21.953 que, a la postre, fue el mejor de todos los coches en esta cuarta y última sesión de entrenamientos en el trazado barcelonés.

Uno de los equipos peor parados podría haber sido McLaren-Mercedes, ya que esperó a esta última jornada para probar los neumáticos lisos que se deberán utilizar el año que viene. Como consecuencia de la lluvia y del asfalto mojado, estas pruebas no las ha podido llevar a cabo, como así hicieron la mayoría de sus rivales en las tres jornadas anteriores, en las que se registraron los mejores tiempos, de hasta 1:18 obtenido por Felipe Massa (Ferrari) y Fernando Alonso (Renault).

En la jornada de ayer estaban convocados en estas dos últimas escuderías Kimi Raikkonen y Nelson Piquet, que han completado series con tiempos muy discretos. En McLaren-Mercedes, el finlandés Heikki Kovalainen fue el encargado de probar el coche pero sólo pudo dar 34 vueltas, con un mejor tiempo que se ha quedado a 1.636 de Webber.

El polaco Robert Kubica (BMW Sauber), que tuvo problemas con el motor de su coche (no llegó a romperlo), obtuvoo el cuarto mejor registro, a casi un segundo del vigente campeón del mundo, Raikkonen, tercero.

Al finalizar la jornada, Kimi Raikkonen atendió a los medios de comunicación, ante los cuales se congratuló de que Renault haya alcanzado alguna mejora "como he oído", ha apuntado, para incrementar la "competencia en la pista". "Hoy ha sido un mal día porque no hemos podido probar casi nada", dijo.