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Entre todos lo mataron... (1-3)

  • El Deportivo vuelve a ofrecer su peor versión en casa y es humillado por un conjunto oscense que llegaba a Chapín penúltimo. Los azulinos se condenan con una primera mitad penosa

Patético. Inadmisible. Penoso. Lamentable. Desastroso. Cualquier calificativo similar sirve para definir el partido que realizó el Xerez ante el Huesca. Nadie entiende cómo un equipo que venía de sumar tres puntos en las dos últimas salidas, que quería remontar el vuelo y que quería demostrar a todo el mundo que era una piña con su entrenador puede ofrecer una imagen tan desconcertante como la que ofreció el Deportivo. Los azulinos rozaron el ridículo, mostraron sus carencias y lo que es peor, lo hicieron ante un rival que era ¡¡¡penúltimo!!! en la tabla.

De todos modos, el encuentro también casi lo empezó a perder Merino con la lista de convocados. Un técnico que ha sido jugador profesional de élite y además defensa no puede prescindir de centrales para el banquillo por muy ofensivo que quiera ser en casa. Es un riesgo que él asumió y al final a Bruno Herrero, tras la expulsión de Robusté, le cayó el marrón del siglo.

El Xerez fue humillado en Chapín por el Huesca por segunda temporada consecutiva y por el mismo resultado, 1-3. Quique Hernández le demostró a Juan Merino cómo hay que jugar de forma práctica para ganar un partido y cómo se tiene que aguantar un resultado, aunque eso sí, los suyos sólo se centraron y comenzaron a crecerse cuando se pusieron por delante en el marcador.

La primera parte de los xerecistas fue pobre y la segunda no se quedó atrás, aunque Íñigo Vélez maquillara el 0-2 convirtiéndolo en 1-2 antes de que Tariq cerrarse el marcador.

Eso sí, no es menos cierto que Hernández Hernández le perdonó la segunda amarilla a Corona en el minuto 26 por un manotazo a Tato.  Sólo cinco minutos después se adelantó el Huesca tras un regalo de los xerecistas. Un balón colgado al área de Javi Martínez se le escapó a Doblas porque midió mal la salida y Robusté derribó a Roberto dentro del área. Camacho, que nunca falla desde el punto de penalti, transformó la pena máxima. Lleva ya 16 anotados de forma consecutiva. Lo malo es que en el 35, Bauzá perdonó de cabeza el 0-2. No llegó de milagro a un buen centro desde la izquierda de Gilvan.

De todos modos, la tragedia se mascaba en Chapín y se consumó en el minuto 40, cuando Gilvan convirtió desde la frontal del área un libre directo tras una falta de Capi sobre Bauzá. El balón rozó en la barrera y Doblas hizo la estatua. Por entonces, los azulinos ya jugaban con diez por la expulsión infantil de Robusté por una falta sobre Roberto (37') y Merino había colocado a Bruno de  central.

El cuadro oscense seguía a lo suyo y en el 43, a Sastre se le marchó un duro disparo desde fuera del área tras un saque de esquina. Al descanso, los xerecistas se marcharon con pitos y regresaron del mismo modo.

Los azulinos pusieron a prueba de forma seria por primera vez en el partido a Luis García en el minuto 55 -el primer remate del Deportivo lo realizó José Mari a los cinco minutos de juego de cabeza-, con un disparo de Capi desde la frontal que el portero atajó en dos tiempos. A la hora, Campano probó fortuna con una falta que se le marchó un poco alto.

Roberto, en el 61, enganchó un  buen disparo y no marcó de milagro. Su tiro se estrelló en la red por la parte de arriba. Chapín explotó en el minuto 76 y se acordó de Merino. El técnico linense fue invitado a marcharse por el 'espectáculo' que estaba ofreciendo su equipo sobre el campo.

José Mari, una sombra de lo que era al principio de temporada, lo volvió a intentar en el minuto 77 de cabeza tras un centro de Rueda pero Luis García volvió a parar en dos tiempos.

Íñigo Vélez salió a falta de seis minutos para el final y el ariete acortó distancias en el minuto 87.  Por unos momentos, la afición soñó con la reacción de un equipo sin alma y que casi deambulaba por el campo pero nada más lejos de la realidad. Tariq, que minutos antes había entrado en lugar de Roberto, puso el 1-3 en el electrónico para que no hubiese la más mínima duda de qué equipo había merecido llevarse los tres puntos y qué equipo había mandado.

Que el Barça te haga correr detrás del balón y te haga un rondo, vale pero que te lo haga el Huesca y en tu propia casa...

Los xerecistas jamás tuvieron el partido de cara, nunca se mostraron fuertes ni con la moral suficiente como para tocar el balón con criterio ni para crear oportunidades. Y si a todo ese le se le une que está cogido con alfileres y que Chapín se le atraganta sale la ecuación perfecta, derrota con mayúsculas.

Merino vuelve a quedarse tocado y vuelve a estar en la cuerda floja pero más de un futbolista también tendría que recapacitar porque al final, el entrenador no es el que remata los saques de esquina...

Lo mejor: La experiencia de los visitantes. A los de Quique Hernández les salió     el partido perfecto y además supieron jugarlo

Lo peor: El arbitraje y la imagen xerecista. Hernández Hernández es muy mal colegiado y los xerecistas, descentrados

Claves del partido

1La expulsión de Robusté en el minuto 37 merma a un cuadro xerecista inferior a su rival

2El árbitro perdona la roja a Corona dos veces y colabora en el desquiciamiento de los pupilos de Merino

3Camacho abre el marcador de pena máxima y Gilvan hace el 0-2 de falta antes del descanso

4Íñigo Vélez acorta distancias en la recta final, Tariq hace el 1-3 en el 89' y el público se va antes del final

Protagonistas

Doblas no tuvo su mejor tarde y cometió un grave error en la jugada que dio origen al penalti que comete Robusté. Midió mal la salida, no atajó el balón, se puso nervioso, se tiró al suelo y entre él y Robusté derriban a Roberto, un ariete muy hábil que necesitó poco para buscar la pena máxima. Intentó superarse y volvió a tener mala suerte en el segundo tanto visitante. Camacho le batió de falta tras pegar el balón en Cordero.

Es raro que un central de la experiencia de Robusté pierda los nervios y se descentre. El catalán vio dos amarillas en apenas seis minutos y dejó a su equipo con diez en una situación muy delicada. La acción del penalti es defendible pero no la segunda amarilla en una acción que un colegiado como el canario estaba claro que iba a castigar, aunque a Corona no le mandara a la ducha por mucho más y de forma reiterada.

El delantero no está teniendo demasiados minutos pero está aprovechando los que Merino le está dando. Frente al Numancia, también salió en la recta final del partido y anotó el tanto del empate, aunque Nano hizo luego el 1-2. Ayer, también acortó distancias y eso que salió en el minuto 86, cuando peor pintaban las cosas para su equipo. Ya sólo está a un gol de José Mari, que no marca desde el partido ante el Córdoba.

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