El entrenador del Ciudad de Jerez de fútbol sala, Jesús Azurmendi, considera "desproporcionada" la sanción de doce partidos que el comité de competición le ha impuesto tras el partido que el equipo jerezano disputó en el Ruiz-Mateos ante el Elefrío.

Jesús Azurmendi invadió la pista y se encaró con el delegado del Elefrío y varios de sus jugadores al término del encuentro, según el acta arbitral. Que estuviera cumpliendo un partido de castigo sólo sirvió para que se le aplicara el agravante de reincidencia.

El técnico del Ciudad asegura que Competición "se ha pasado seis pueblos" y apunta que cuando se le comunicó la sanción "se me cayó el alma al suelo porque ni mucho menos fue para tanto ni pasó lo que refleja el acta". Azurmendi reconoce que durante el partido "metí presión a los árbitros porque nos estábamos jugando la vida" y explica que "después del partido bajé para felicitar al técnico y fue entonces cuando el delegado me dijo que no le había gustado algo. Él me dijo una cosa, yo otra y luego me vi rodeado de jugadores del equipo contrario insultándome".

Sea como fuere, Azurmendi asegura que "volvería a actuar del mismo modo" y apunta que "esta sanción a mí no me va a desmotivar. Todo lo contrario, ante la adversidad, coraje y más ilusión que nunca".

En cuanto al partido del próximo sábado ante el Triana, al técnico del Ciudad sólo le valen los tres puntos: "Nos jugamos la vida y hay que ganar sí o sí". El Ciudad está a dos puntos del Ferretería Puri, equipo que ahora marca el límite entre el descenso y la permanencia y que tiene que visitar próximamente el Ruiz-Mateos. De hecho, los jerezanos se deben medir en próximas fechas a los tres equipos que le preceden en la tabla: Triana, Ferretería Puri y Las Gabias. Son tres partidos fundamentales para Azurmendi: "Creo que sumando diez puntos, o incluso nueve, podremos mantenernos por lo que esos tres partidos lo suponen todo".

Para el encuentro del sábado, el técnico jerezano sólo tiene la duda de Joselito, que arrastra problemas físicos.