El Espanyol truncó la racha del Real Madrid, incapaz de prolongar a siete sus triunfos consecutivos, en un encuentro que devolvió la titularidad a Raúl, que rescató con sus goles al cuadro de Bernd Schuster. Tras perder frente al Deportivo en la primera etapa del curso, el conjunto blanco había encadenado una victoria tras otra.

El Espanyol puso la tensión a un partido sin alma cuando a los veinte minutos una incursión de Raúl Tamudo fue abatida por Heinze. No tuvo ningún pudor el zaguero argentino en meter la pierna y derribar al atacante, que transformó el penalti.

Hasta ese momento, el conjunto local había insistido en dar un aire sosegado al compromiso. Sin una presión firme a la salida del balón blanquiazul, que afrontó el choque sin complejos. Con tres futbolistas de perfil ofensivo, que obligaron a un trabajo mayor del previsto a los centrales blancos.

Suele ocurrir cuando el duelo pinta espeso, la necesidad de una advertencia para que el Madrid espabile. Sucedió con el gol del Espanyol, al que la ventaja apenas le duró dos minutos. Un centro de Sergio Ramos desde su banda, la derecha, fue la acción que subrayó la recuperación de la titularidad para Raúl.

Lejos de enderezar el rumbo, el Real Madrid profundizó en sus errores. Ataques desordenados, sin conducción, atropellados por el centro, donde el tráfico era excesivo. Igual que las pérdidas de balón, que aceleraron la puesta a punto de Iván de la Peña. Después de un par de avisos, el centrocampista cántabro generó la acción del segundo gol. Llevó el balón hasta Román Martínez, que dejó en evidencia, de nuevo, a Heinze. Y su centro raso lo aprovechó Luis García para batir a Casillas.

Aún pudo ser peor el panorama para el cuadro de Schuster si la falta lanzada por Luis García termina en gol en lugar de ser despedida por el palo. El técnico alemán, entonces, mandó a calentar a Robben y a Sneijder.

Pero en la última acción de la primera parte apareció de nuevo Raúl, que exprimió al máximo un mal pase de Van der Vaart que se escapó del rechace de la zaga. El madrileño acomodó la acción, superó a Jarque y batió a Carlos Idriss Kameni por bajo.

La entrada de Robben, por Van der Vaart, dio otro aire a los madridistas. Lo agradeció Van Nistelrooy especialmente en los veinticinco minutos que su compañero estuvo en el césped. Mientras, De la Peña respondía gestionando opciones por doquier a los atacantes visitantes. Kameni, después, salvó al Espanyol. Sacó la mano a un despeje de su compañero Jarque y después desbarató una clara ocasión de gol de Van Nistelrooy.