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El título de la fe y el orgullo

  • El Unicaja remonta 13 puntos de desventaja con un parcial de 4-20 en el último cuarto para ganar al Valencia

  • El trofeo tiene el premio de jugar la Euroliga la próxima temporada

El Unicaja se proclamó campeón de la Eurocup tras protagonizar una épica remontada en el último cuarto que noqueó por completo a un Valencia Básket que ya acariciaba la victoria y que fue incapaz de responder a la enorme demostración de fe, amor propio y recursos del equipo malagueño. El conjunto andaluz no sólo superó el factor cancha, como ya había hecho en las dos eliminatorias anteriores, y el ambiente de la Fonteta, sino que le dio la vuelta al marcador sin Omic, que había sido hasta entonces su mejor jugador y que fue expulsado por entrar a la pista desde el banquillo para separar a Rafa Martínez cuando le recriminaba a Nedovic una acción.

Golpeó primero el conjunto visitante. El descaro de Alberto Díaz, que anotó siete de los primeros catorce puntos de su equipo, disparó a los de Joan Plaza y obligó a Pedro Martínez a parar el partido (6-14). La entrada de Dubljevic serenó al cuadro taronja y dos triples seguidos de Sastre y dos más del montenegrino pusieron por delante a los locales. Emparejado con Okouo al estar Omic descansando, el interior anotó 12 puntos casi seguidos. Los de Pedro Martínez aumentaron su renta hasta los diez puntos (31-21). Pero el Unicaja no perdió la calma. Supo buscar las faltas del Valencia y a base de tiros libres, al no tener un gran porcentaje desde el perímetro, se las arregló para que el choque llegara al descanso nivelado (33-30).

El paso por los vestuarios refrescó las ideas locales. Con Van Rossom y San Emeterio más entonados, el Valencia sobrepasó la barrera de los diez puntos. La defensa de Dubljevic neutralizó a Omic y los visitantes se encontraron sin recursos (47-35). Cuando peor pintaban las cosas para los malagueños, aparecieron Dani Díaz y Carlos Suárez para mantenerlo a flote, pero un enganchón entre Rafa Martínez y Nedovic en el que se metió para separarlos Omic acabó con el esloveno expulsado por entrar a la pista desde el banquillo (51-43). El Unicaja pese a llegar a estar trece abajo y sin pívot natos no se rindió y encontró la forma de recortar su desventaja y poner nervioso al Valencia. Encontró una zona en su repertorio y, aunque cedió el control del rebote, consiguió hacer perder el norte a su rival. Con los locales aturdidos, apareció Jamar Smith para mandarlos a la lona con dos triples seguidos. Selló así un parcial de 0-17, que puso al equipo malagueño cinco puntos arriba y acabó de desmontar a un Valencia al que la presión jugó una mala pasada.

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